Inspirados en la parábola del Sembrador
(Mt 13, 1-23) Conocemos las etapas a recorrer:
(106) 1ra Etapa: Preparación del terreno y de los agricultores. Antes de sembrar las semillas hay que limpiar el terreno y los que van a hacer la siembra se deben capacitar. De no hacerlo, las semillas y todo el trabajo, se van a perder. Imaginemos los desastres que puede ocasionar alguien que quiera hacer de médico cirujano sin haberse capacitado antes para ello. Cada terreno lo limpiamos utilizando la Biblia y la Tradición de la Iglesia, ayudados por la Guía Bíblica. Allí se lleva a cabo:
a) La preparación previa de la comunidad donde van a ser sembradas las Células Misioneras;
b) La capacitación de los misioneros que las van a sembrar y a acompañar hasta la cosecha. Misioneros y terreno de siembra se preparan juntos y simultáneamente.
2da Etapa: La siembra de la semilla.
(107) a. Representa la Siembra de las Células Misioneras, de las cuales luego se recogerá la cosecha de las Comunidades Eclesiales. Estas Células tienen el tejido de junturas y ligamentos ( Col 2,18-19; Ef 4,14-15) que le dan cohesión, unidad y fuerza apostólica a las Comunidades Eclesiales para ir en búsqueda de la oveja perdida y traerla nuevamente al rebaño de Cristo.
b. No se han de sembrar hasta tanto no se cuente con un terreno y unos sembradores bien preparados. En otras palabras, el grupo de personas que deseen alcanzar la meta de ser Células Misioneras, han de recorrer antes un camino donde sientan que suficientemente han limpiado y fortalecido su fe, y que ya tengan estabilidad en su vida de fraternidad y comunión con la Iglesia. Ese camino previo a la Célula Misionera es la participación constante y perseverante en la primera etapa del Proyecto: la Expedición Vuelve a Casa.
3ra Etapa: La cosecha.
(108) Representa el fruto del Proyecto Vuelve a Casa: el nacimiento de Comunidades Eclesiales constituidas por pequeñas Células Misioneras en red que se congregan en casas de familia, y viven en comunión con la Iglesia mediante la vivencia de los Sacramentos y la suma de sus fuerzas para construir una Iglesia en salida, comunidad de comunidades, en sintonía con la Tradición y el Magisterio de la Iglesia.
Los comentarios están cerrados.