Jueves, Octava de Pascua.
Comentario:
De la liturgia de hoy, viernes 6 de abril, podemos tomar como eje central el acontecimiento histórico de la Resurrección de Jesús y su exclusividad como Salvador. Ciertamente, tanto la primera lectura como el evangelio se centran en la figura del resucitado; en el evangelio como Aquél que se va manifestando progresivamente a los suyos hasta en los hechos de la vida cotidiana y en la primera lectura como Aquél, en cuyo solo nombre y con su poder se obtiene la sanación física y la salvación espiritual: Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que éste se encuentra sano ante vosotros en virtud del nombre de Jesucristo, el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y Dios resucitó de entre los muertos. Él es la piedra que vosotros, los constructores, habéis desechado, y que ha venido a ser la piedra angular. Y no hay salvación en ningún otro, pues no se nos ha dado a los hombres ningún otro nombre debajo del cielo para salvarnos». (1Tim 2, 1-4)
Cuantas veces no hemos escuc en “otros salvadores” sean estos María, los ánhado en boca de nuestros hermanos protestantes utilizar esa cita bíblica para acusar a los católicos de idólatras porque supuestamente creemosgeles o los santos. Es de resaltar que creemos firmemente que la salvación nos viene dada sólo por Jesús, pero eso no excluye la colaboración de María y los santos. El mismo San Pablo nos recomienda repetidamente que oremos unos por otros unidos al único mediador que es Cristo. Ellos no son otro camino de mediación u otra alternativa, su mediación solo es posible porque están EN CRISTO, porque son UNO con EL.
La mediación de María y los santos no está separada de la de Jesús sino en cooperación con ella. Esta enseñanza es bíblica y pertenece a la Tradición Apostólica: Dios quiere que sus hijos, por amor, colaboren en SU obra de salvación. Esto es precisamente participar en la mediación de Jesús. Colaboración que continúa en el cielo, pues la Virgen, los santos y los ángeles desde el cielo nos ayudan con su intercesión para que alcancemos la meta final que es la salvación de nuestras almas.
Veamos algunas citas que hablan de la mediación de los santos:
Hermanos, orad por nosotros. (1Tes 5,25)
Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros (2Tes 3,1)
Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres (1Tim 2,1)
Para compartir:
1),- ¿Si has colaborado, ayudado u orado por otra persona en algún momento, no te parece que con mayor razón, también tenemos personas que pueden colaborar en nuestra salvación?
Elaborada por:
Adelina Ruíz Mfc
