Lunes, III Semana. Tiempo de Cuaresma
Comentario:
Algunos grupos protestantes, sobre todo de corriente pentecostal, prohíben usar con personas la palabra ‘señor’. Hacen crear miedo de caer en pecado de idolatría diciéndoles que tal palabra sólo puede usarse para dirigirse a Dios. De este modo ya no le dicen a una persona mayor o a un padre o madre de familia, ‘señor Andrés’, ‘señor Antonio’, o ‘ señora Rosa’. Deberían también borrar de su vocabulario y de los diccionarios la palabra señorita. ¿No crees?
En Venezuela, especialmente en la zona de los llanos, en el Oriente y el Sur del país, es común y muy extendido que, para evitar esa palabra, ahora dicen… mira, VARÓN, o para dirigirse a una mujer, le dicen antes del nombre, ‘VARONA.’
¿Será verdad que eso esté prohibido por Dios?
¡Es falso! Tal vez ignoran que el vocablo ‘SEÑOR’, que proviene del griego ‘ADONAI’, tenía dos modos de uso: se escribía con la primera vocal en mayúscula para referirlo a Dios (cf. Sal 109,21; 130,3; 141,8), y se escribía en minúscula cuando se refería a personas comunes y corrientes.
En estos pasajes se usa el término ‘señora’ para las mujeres con toda normalidad: Gn 16,8; 16,9; Is 24,2; 2Jn 1,5. Decir que la palabra ‘señor’ es solamente para Dios, y no para usarla con hombres, es algo anti bíblico y no es más sino una estrategia del maligno para tratar de alejar de la Iglesia Católica a la gente y, sobre todo, para impedir que las personas conozcan y gocen de un don que Dios le dio al hombre y no a él.
Decirle ‘señor’ o ‘señora’ a un hombre, o a una mujer, es reconocer la dignidad y autoridad que Dios le otorgó al ser humano sobre toda la creación (cf. Gn 1,26; Sal 8,5-9). Dios hizo al hombre partícipe de su divinidad haciéndole a su imagen y semejanza; de modo que no es tan sólo ‘varón’ y ‘varona’, sino también, ‘señor’ y ‘señora’, con minúscula, para diferenciarlo de ‘Señor’, con mayúscula, en los casos cuando se refiere a Dios.
En la primera lectura de hoy vemos otras interesantes evidencias bíblicas:
«Naamán, jefe del ejército del rey de Aram, era hombre muy estimado y favorecido por su señor, porque por su medio había dado Yahveh la victoria a Aram. Este hombre era poderoso, pero tenía lepra. Fue él y se lo manifestó a su señor diciendo: Esto y esto ha dicho la muchacha israelita“. ( 2Re 5,1. 4)
Decirle apenas ‘varón’ es rebajar al ser humano en dignidad, es descristianizarlo; y decirle ‘señor’ es actuar acorde a las mismas Sagradas Escrituras, donde, en muchísimos pasajes, es usado ese título para las personas sin que por ello Dios se haya sentido ofendido: Isaac consagró a Jacob diciéndole: “ … sé señor de tus hermanos…” ( Gn 27,29). Otro ejemplo: “ Así obedeció Sara a Abraham, llamándole señor” (1Pe 3,6). Así como estos hay muchísimos casos más: Gn 24, 18. 27. 42. 55-56. 65-67 y Mt 13,27.
Fuentes:
Cf. PERNÍA, Héctor. Guía Bíblica Hospitalitos de la Fe, # 331. (Ver también: # 222-223).
Preguntas para compartir:
1. ¿Cuál podría ser la intención última de querer impedir el uso de la palabra señor para dirigirse a los humanos?
2. ¿Conoces alguna otra evidencia bíblica o argumento que corrobore que es correcto usarla para humanos?
Elaborada por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc
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