¿Cómo vencer la Pereza?
La pereza es un mal que podemos vencer. Si hacemos la comparación cuando combatimos las hormigas que invaden la mesa de la cocina o la del comedor, vemos que si las sacudimos con un trapo, o limpiamos la mesa sin quitarle el dulce que tiene pegado, ellas volverán a invadirla en cosa de minutos; ahora bien, si limpiamos bien quitando cualquier residuo de dulce , las hormigas desaparecen y no vuelven.
Hay situaciones que producen la pereza; si limpiamos bien lo que la produce, ella disminuye y hasta podría desaparecer al igual que las hormigas; por el contrario, si lo que genera la pereza lo buscamos, lo reformamos, o lo quitamos a medias, ella seguirá siendo nuestra compañera.
*¿Qué cosas producen pereza?*
La exposición excesiva de la mente y de nuestros sentidos a contenidos que producen desánimo, desmotivación, preocupación, o tristeza, que intoxican la mente y deprimen emocionalmente el corazón. Por ejemplo, pasar horas directamente viendo noticias negativas y a menudo inciertas y falsas, sobre la situación actual del país, de la Iglesia, de países en conflicto. Todo esto se convierte en una especie de combustible que al acumularse explota y genera anímicamente, desgano, desmotivación, indisposición para el esfuerzo y el trabajo corporal, intelectual y espiritual.
Producen pereza también, las actividades con las que acostumbramos darle gusto al cuerpo, porque al cuerpo le gusta el placer. Una de ellas es el uso del teléfono o del televisor, por la estimulación que producen a los sentidos, el sonido, las luces, los colores y el movimiento que le vienen de la pantalla. Al cerebro, la vista y el odio les va a complacer la melodía de una canción, un video bien montado.
El cuerpo, ¿qué va a decir? Pues, ¡Gracias! Pero, ¡no vayas a parar! ¡Continúa! ¡Compláceme con más! ¡Dame más! ¡Dame más!
El cuerpo va a pedir más para disfrutar de ese contenido y escapar de la realidad, de algún tipo de preocupación o dolor. Sin darse cuenta, la persona sale de allí con una especie de flojera y desánimo para la acción, para levantarse y hacer lo que hay que hacer.
No se puede ignorar otras causas que producen pereza y son semejantes a la anterior porque producen abundancia de placer corporal: pornografia, masturbación, actos lujuriosos, consumo de licor, droga, tabaquismo. Todas, aunque traen alivios, son apenas momentáneas, altamente adictivos, capaces de destruir a quienes lo hacen, y son fuertes ingredientes para la pereza, porque con ellas el cuerpo gobierna a la persona y le exige:_ ¡No me pidas trabajo, sacrificio, esfuerzo. Dame, más bien, placer, confort, comodidad! ¡Consiénteme, que eso me gusta más!
*¿Qué debemos hacer?*
Lo más importante, combatir lo que la produce. ¿Cómo? No dejar sólo para Cuaresma y Semana Santa la práctica del ayuno. Haz ayuno de tus gustos, y no simplemente de comida. Sustituir gustos por deberes. Reconocer que, cultivando la pereza, la persona se convierte, ciegamente en la mayor amenaza de sí misma, su principal enemigo, la mayor rival de su éxito, progreso y superación. La pereza es el camino a la ruina personal y social. _»Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio…»_ *(Proverbio 6,6).*
*Para compartir:*
1-. _Resuma en breves palabras cuáles actividades suelen producir pereza en las personas._
2-. ¿Por qué debe ser combatida la pereza y cuál es el remedio más eficaz para superarla?
*Autor:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc