Apologética en la Liturgia de la Palabra
Martes, XII Semana del T. Ordinario
Lecturas del día: 2Re 19, 9–36; Sal 48, 2–4, 10–11; Mt 7, 6, 12–14
Comentario:
En el santo evangelio de hoy, nuestro Señor Jesucristo, para proteger las ovejas de su rebaño, les hace esta advertencia:
«Entrad por la entrada estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; mas ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que lo encuentran” (Mt 7, 13).
¿Cuándo el Señor nos habla de pasar por la puerta angosta para podernos salvar, a qué se refiere? ¿de qué está hablando? Es necesario mirar el contexto bíblico de este texto para poder comprender lo que leemos. El texto evangélico de Mateo que recoge la Liturgia de la Palabra llega hasta el verso trece. Es necesario tomar en cuenta los versos siguientes para encontrar la dirección de interpretación correcta a esas palabras del Señor. Dice así: «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis” (Mt 7, 15-16).
Comprendemos así, que la puerta angosta o estrecha que conduce a la salvación, es la obediencia a la verdad, a la sana doctrina, y a los pastores legítimos y verdaderos a los que Cristo les encargó su rebaño (cf. Mt 16, 17-19; Jn 21, 15-17; Lc 22, 31-32; Mc 3, 16-19); y, los falsos pastores que arrastran a las ovejas a la desobediencia doctrinal y al rechazo a sus legítimos pastores, representa entonces la puerta ancha, por la que todos quieren ir a pasar.
La obediencia al superior ha sido siempre el talón de Aquiles, la piedra en el zapato de muchas personas; y más, si éstas sufren de rebeldía, soberbia y arrogancia. A muchos, la sujeción a la verdad, les incomoda como un estorbo; porque la tendencia del hombre según la carne es a endiosar su propia razón, sus ideas, su propia versión de todo. Son rebeldes contra Dios y no pueden someterse a Él (cf. Rm 8, 5-14). Impondrán sus mentiras como si fueran verdad, y harán camino aparte separándose de cuanta autoridad tengan que someter su voluntad. Por eso es que existen tantas sectas. Son aquellos que quieren ir a Cristo y con Cristo, pero sin autoridades de por medio a quienes rendir cuentas o que les limiten. Para buen entendedor, con leer caerá en cuenta rápido quienes de las personas de su entorno viven así.
Este entorno convierte en una cruz de dificultades el camino de los hijos de la verdad y los obedientes a las autoridades puestas por Cristo para regir la Iglesia (cf. Hb 13, 7-9).
Decía San Jerónimo:
“En efecto, a los que quieren obrar según Dios se les oponen muchas tentaciones, muchos estorbos. Así, te encontrarás en la fe con muchas cosas tortuosas, muchas preguntas, muchas objeciones de los herejes… Escucha lo que dice el Faraón al ver estas cosas: «Estos se equivocan». Para el Faraón, el que sigue a Dios se equivoca, porque, como ya hemos dicho, el camino de la sabiduría es tortuoso, tiene muchas curvas, muchas dificultades y muchas angosturas.” (1)
Antes de llamarnos a pasar por la puerta angosta de la obediencia, Jesucristo es el primero en pasar por ella: “Se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz” (Flp 2, 8). De la desobediencia a la Verdad y a la Autoridad, nacen todas las sectas.
Fuente:
1] Documento en línea: San JERÓNIMO, Sobre el Éxodo: No dudes, por difícil que sea el camino; n. 5, 3. https://www.deiverbum.org/mt-07_06-y-12-14/
Para compartir:
1.- ¿En qué consiste la puerta angosta que nos conduce a la salvación, y cuál es la puerta ancha de la perdición?
2.- Los sectarios que se entregan en obediencia y amor a la Verdad, ¿a dónde llegan?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc