*Lecturas del día:* 1Jn 4, 19—5, 4; Sal 71, 1-2. 14-15. 17; Lc 4, 14-22a
*Comentario:*
El relato de Lucas que hoy leemos en el Evangelio, donde dice que Jesús acostumbraba ir los sábados a la Sinagoga, es usado por los adventistas para afirmar que el día a guardar es el sábado y no el primer día de la semana. Afirman que no hay apoyo ni en Cristo ni en el Nuevo Testamento de que el día a guardar sea el primero de la semana. ¿Qué decimos a ello?
Ciertamente, el sábado como precepto de día de descanso está presente en los textos bíblicos de la antigua alianza *(cf. Éx 20 8 y DT 5, 12; Éx 23, 12; Éx 34, 21; Éx 31, 12-17; Éx 35, 1-3; Lev 19 3.30; 23 3; Éxo 26, 2).* Debe también hacerse ver, las críticas hacia este precepto en el Antiguo Testamento, y la evolución que tiene en el Nuevo.
En los profetas se encuentran directas críticas a la observancia hipócrita del sábado y de otras fiestas, por el divorcio moral de quienes, justificándose en el cumplimiento de las normativas de esta ley, violaban el mandamiento supremo de la caridad y actuaban injustamente con los más débiles e indefensos (cf Am 8, 4-6; Is 1, 13)
Recogemos, a continuación, variadas evidencias que dejan sin fundamento las objeciones adventistas:
Jesús se enfrentó a las tradiciones rabínicas, por crear y atar sobre los demás, cargas que ellos ni con la punta de un dedo querían mover *(cf. Mt 23, 4; Mc 2, 23-28 y 3,1-5).*
Su posición frontal en contra del legalismo judío se presenta más radicalmente en *Mc 2, 27:* “El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado» La declaración de Jesús: «El hombre es también señor del sábado» *(Mc 2, 28)* no es una normativa de sujeción a esa ley, sino, todo lo contrario. Evidencia su actitud de libertad total frente al precepto sabático, y desmonta el totalitarismo y el endiosamiento, que los judíos, y hoy los adventistas, le pretenden dar a esta ley. Jesús desafió a las autoridades judías cuando, refiriéndose al descanso sabático, les dijo: «Mi Padre, hasta el presente, sigue trabajando, y yo también trabajo» *(Mc 5, 17).*
No sirve emplear *Hch 15, 21* para insistir en la idea de que los primeros cristianos mantuvieron el sábado como día del Señor. Allí no se está dando ninguna prescripción cristiana a observar el sábado, sino que aquella, la de Jerusalén, era una comunidad de antigua tradición rabínica a la que los apóstoles van, progresivamente, evangelizando y ayudando a evolucionar del judaísmo a la fe cristiana. Con los de Colosas Pablo actúa de otro modo: les advierte que no hagan caso a críticas por cuestiones de sábados o de alimentos *(Col 2, 16-17).*
Condenaron a Jesús a muerte *(Jn 5, 18)* y le acusaban de que no venía de Dios *(Jn 9, 16)* porque no guardaba el sábado.
Los primeros cristianos se congregaban los domingos para la fracción del pan, no el sábado *(cf. Hch 20, 7)*. Ese era el eje conductor y céntrico de la fe comunidad cristiana primitiva: la resurrección de Cristo, y sus reuniones eran para celebrarlo «partiendo el pan» *(cf. Heb 20, 7 y 1Co 10, 16. 21; 11,20).*
*Para compartir:*
1) _¿Hay similitud entre el legalismo de los judíos y el de los adventistas respecto a la ley del sábado?_
2) _¿Qué bases doctrinales sustentan la evolución del sábado al domingo como el Día del Señor para los cristianos?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc