Martes 10 Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo B.
*Lecturas del día:* 2Cor 1, 18–22; Sal 118, 129–133, 135; Mt 5, 13–16.
*Comentario:*
Hoy profundizaremos estos versículos de la segunda carta de pablo a los corintios: “¡Por la fidelidad de Dios!, que la palabra que os dirigimos no es sí y no. Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús, a quien os predicamos Silvano, Timoteo y yo, no fue sí y no; en él no hubo más que sí.” (2Co 1, 18-19).
Algo que al católico común le cuesta muchísimo descubrir y, en cambio, es fácil encontrar en muchos ex pastores protestantes que abrazaron el catolicismo, es el AMÉN que la Iglesia Católica mantiene firmemente a la doctrina y organización jerárquica de los primeros cristianos: “No hay vacilación e incertidumbre en su doctrina.” (1)
No hay católico o adverso a la Iglesia que, luego de sumergirse en fuentes doctrinales de la Iglesia naciente, no quede admirado y sorprendido al encontrar la exactitud tan hermosa que existe entre la fe de la Iglesia Primitiva y la fe que a través de los siglos la Iglesia Católica ha celebrado, vivido y predicado.
Hoy, en la primera lectura, el apóstol Pablo insta a la comunidad de los Corintios a permanecer siempre en la palabra Sí. Del mismo modo, así como en la Corinto actual aún se consiguen hombres y mujeres fieles a la Iglesia que Pablo le llevó a sus antepasados de esa ciudad; así, en la universalidad de los pueblos, la Iglesia Católica sigue diciendo SÍ a la fe que Cristo transmitió a sus apóstoles y, éstos, a sus sucesores.
En muchos anti testimonios y sombras que la Iglesia, en el correr de los siglos, debemos reconocer el lado humano y frágil de una Iglesia que Cristo fundó en hombres. Es para no perder la cabeza, entonces, ante el lado frágil de la Iglesia Católica. Los más firmes y sólidos en la fe miran más allá de las muchas flaquezas de los papas, obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos comprometidos de la Iglesia, y no sucumben; pues siguen encontrando en Ella, íntegros, los Dones salvíficos que Cristo estableció para siempre, como el Sacerdocio, la Eucaristía y la Reconciliación.
“AMEN: La gran respuesta de Dios al mundo ha sido recibida por la Iglesia. Al igual que la Iglesia de hoy, también la comunidad de Pablo respondía a las súplicas y cantos de la asamblea con el sonoro amén de aquiescencia [condescendencia], que significa: «Sí, así es». En su amén expresa la Iglesia su respuesta creyente y su convencimiento de que las palabras de Dios son verdaderas y se cumplen siempre. Es un sí al sí de Dios. También en Pablo, como miembro de la Iglesia, debe tener validez y eficacia el gran «sí» de Dios. No puede simultanear el «sí» y el «no». Y esta obligación se aplica a todos los que están en la lglesia.!(2)
*Fuente:*
1] Jünemann – notas; e-Sword – the Sword of the LORD, with an electronic edge.
2] El Nuevo Testamento y su mensaje. Op, cit.
*Para compartir:*
1) ¿Por qué la mayoría de las Sectas opina de modo opuesto a lo que afirmado en esta publicación?
2) Investiga y comparte alguna muestra de la fidelidad doctrinal entre la Iglesia Católica actual y la fe de los primeros cristianos
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc