(Diálogo inspirado en el encuentro
entre el Etíope y Felipe en Hch 8, 26-40)
ETÍOPE: Felipe, ayer vi como un señor venía caminando y al ver una niña que cargaba una cruz en el peño le habló con mucha agresividad que se quitara eso que cargaba en el pecho. Le dijo: “Quítate eso que es maldito”. La niña se quedó temblando y asustada; y se quitó la cruz por miedo a encontrarse de nuevo con ese señor. ¿Tú que opinas acerca de eso?
FELIPE: En realidad me causa mucha tristeza decirlo, pero a esa niña se le cruzó en la calle el mismísimo Satanás. A muchos les ha enredado haciéndoles malentender y torcer Dt 21, 22 que dice:
“Si un hombre, culpable de algún delito que merece la muerte, ha sido ajusticiado y colgado de un árbol, su cuerpo no pasará la noche colgado, sino que lo enterrarás el mismo día, porque un colgado es maldición de Dios”.
En primer lugar este pasaje no refiere a Jesucristo, puesto que Él no tiene sobre sí ningún delito y el pasaje en ningún momento menciona o le dice maldita a la cruz. Además, tanto es lo que desvirtúan el sentido de la cruz que el mismísimo Antiguo Testamento los hace descubrir como engañados a todos aquellos que adversan y atacan cuanto crucifijo encuentran. Veamos lo que nos dice Ez 9, 4-6:
“Los que llevaban la cruz marcada en la frente eran protegidos por haberse mantenido sin mezclarse en el pecado”.
ETÍOPE: Ojalá alguien les ayude a darse cuenta de cómo han caído en la trampa que Satanás les tendió en el camino y se arrepientan pronto de estar rechazando justamente la cruz donde Jesucristo incluso por ellos nos salvó a todos.
FELIPE: Muchísimos han sido los que han abandonado la Iglesia Católica por no haber sido capaces de permanecer en medio de las pruebas: un anti testimonio, un conflicto, un pecado, un vacío dentro de su Parroquia o de su comunidad cristiana. La debilidad en la fe, la fragilidad en las emociones, las carencias afectivas arrastran a muchos a buscar un lugar de culto donde todo sea como color de rosas y sin pruebas de ninguna índole. Y hasta dudan de la presencia de Dios y de permanecer si aparecen problemas y pecados en los que asisten a la Iglesia. El Papa Benedicto XVI nos recuerda, hablando de la cruz, que “la vida de los cristianos conoce la experiencia de la alegría y del sufrimiento. Cuántos santos han experimentado la soledad. Cuántos creyentes son probados también en nuestros días por el silencio de Dios, mientras quisieran escuchar su voz consoladora[1].
ETÍOPE: ¿Cuál es el verdadero significado que tiene la cruz?
FELIPE: La cruz nos recuerda que el camino de Jesucristo es exigente y Él mismo nos enseña con su ejemplo a vencer todo tipo de pruebas que encontremos. Por esto fue que dijo: “El que pone la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios.” (Lc 9,62)
También dijo: “El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga. Pues el que quiera asegurar su vida la perderá, y el que sacrifique su vida (por mí y) por el Evangelio, la salvará” (Mc 8,34-35).
Dice san Pablo: “En cuanto a mí, no quiero sentirme orgulloso más que de la cruz de Cristo Jesús, nuestro Señor” (Gál 6,14). También dice: “Destruyó el odio en la cruz y, habiendo hecho de los dos un solo pueblo, los reconcilió con Dios por medio de la misma cruz” (Ef 2,16). Leamos también 1Cor 1,17-25; Mt 11,28-30.
ETÍOPE: ¿Qué mensaje les daría a esos hermanos esperados que acusan a los católicos de llevar en el pecho una maldición por cargar la cruz?
FELIPE: A quienes adversan y hablan mal de la cruz, por su propio bien, conviene advertirles lo que san Pablo dice:
“Porque muchos viven como enemigos de la cruz de Cristo; se lo he dicho a menudo y ahora se lo repito llorando. La perdición los espera; (…), y se glorían de lo que deberían sentir vergüenza” (Filip 3,18-19).
ETÍOPE: Tengo algunas inquietudes más, Felipe. ¿Por qué en todos los Viernes Santo la Iglesia Católica hace una celebración para adorar la cruz dándole un beso?
FELIPE: Es tan profundo el sentido de esa celebración que me faltan palabras para abarcarla toda, Etíope. Todo Jesucristo es adorable, no solamente Jesucristo resucitado es adorable. Todo el misterio de Jesucristo merece y recibe adoración por parte de los cristianos, incluso su nacimiento. Fíjate como los reyes magos fueron y se postraron ante el Niño Jesús y le ofrendaron oro, incienso y mirra. Así mismo, la cruz es parte fundamental del misterio de la Salvación. El Viernes Santo todos los cristianos nos centramos en rendirle adoración al signo desde el cual Jesucristo nos rescató del pecado y de la muerte. Contemplamos a Jesucristo colgado en la cruz pidiéndole perdón por aquellos pecados nuestros que actualmente lo vuelven a crucificar. Es una celebración profundamente penitencial y llena de profunda gratitud que justamente todos los redimidos debemos rendirle a nuestro Señor Jesucristo.
ETÍOPE: ¿POR QUÉ LOS CRISTIANOS DEBEMOS HACERNOS LA SEÑAL DE LA CRUZ?[2]:
FELIPE: Entre los primeros cristianos la señal de la cruz era probablemente la expresión de fe más universal. Aparece a menudo en los documentos de ese período. En la mayoría de los lugares, la costumbre era sencillamente trazar la cruz sobre la frente. Algunos escritores (como San Jerónimo y San Agustín) describen a los cristianos haciendo la señal de la cruz en la frente, seguidamente en los labios y luego en el corazón, tal como lo hacen los católicos occidentales de hoy antes de leer el Evangelio. Grandes santos testimonian el tremendo poder de la señal de la cruz. San Cipriano de Cartago, en el siglo III, escribía que <> (refiriéndose sea de paso, al Ap 7,3 y 14,1). Un siglo después, San Atanasio declaraba que <>. Satanás es impotente ante la cruz de Jesucristo.
En Oriente el gesto es aún más rico, pues los cristianos trazan la señal de la cruz juntando los tres primeros dedos (pulgar, índice y corazón) separados de los otros dos (anular y meñique): los tres dedos unidos representan la unidad de la Trinidad; los otros dos representan la unión de las dos naturalezas de Cristo, la humana y la divina.
Con la señal de la cruz renovamos también el juramento solemne de nuestro Bautismo. Hacer la señal de la cruz, pues, es como jurar sobre la Biblia en un juicio. Prometemos que hemos venido a misa a dar testimonio. Por tanto, no somos espectadores de un acto de culto; somos participantes activos, somos testigos, y juramos decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, con la ayuda de Dios.
ORACIÓN ANTE LA CRUZ:
Señor, Jesucristo,
con tu cruz tú guías mis pasos
y me muestras el sendero a seguir.
No rechazaré la cruz,
la llevaré con amor para encontrar en ella
fuerza y poder en los momentos de prueba
diciendo como tú has dicho al Padre:
“Señor, aparta de mí este cáliz,
pero no se haga mi voluntad sino la tuya”
(Mt 26,39).
Al contemplar un crucifijo
vienen a mí la fuerza y el poder de Dios
y al unirme a tu cruz y llevarla conmigo
permanezco, oh Señor, en el camino de la salvación
y no olvido lo que dice San Pablo:
“para los que se pierden
ella es una locura y un escándalo”.
Sé que Satanás al igual que muchos no la soportan,
la destruyen, la rompen si la tuvieran en sus manos,
porque en ella venciste, oh Señor Jesucristo,
el signo que dominaba aquel madero: la muerte.
Oh, amado Jesucristo,
convertiste la cruz en tu altar
y con tu amor venciste
el viejo pacto de esclavitud del pecado,
allí nos rescataste del dominio de Satanás.
Oh amado Jesucristo,
yo también abrazaré la cruz;
en ella descansaré y descargaré mis fatigas,
porque tú, mi buen pastor,
me cargas sobre tus hombros. Amén”
ETÍOPE: Gracias Felipe, me ha llenado de fortaleza esta oración sobre la cruz. Me siento tan unido a Cristo cuando llevo con amor la cruz de cada día y el hecho de mirarla me ayuda a recordarlo. La tomaré en mis manos y la contemplaré cada vez que me llegue un momento difícil o una prueba en la fe.
FELIPE: Por eso ahora esa cruz significa tanto para los cristianos. Antes de la Pascua de nuestro Señor Jesucristo, decir cruz era decir maldición, pecado y muerte; ahora decir CRUZ es decir AMOR y entrega por los demás. El Papa Benedicto XVI bien nos lo hace recordar cuando dijo: “La Iglesia continúa su peregrinación en medio de las persecuciones del mundo y de los consuelos de Dios, anunciando la cruz y la muerte del Señor hasta que vuelva”[3] (1 Co 11,26)
ETÍOPE: Estoy leyendo aquí en Gal 3,1 que los Apóstoles salieron a predicar un Cristo crucificado. ¿Pero por qué, Felipe? ¿Acaso Jesucristo no resucitó?
FELIPE: Claro, Etíope, Jesucristo resucitó y eso es lo que fundamenta nuestra fe. Pero ya has podido darte cuenta en esos pasajes bíblicos que debemos predicar un Cristo crucificado para que no se nos olvide nunca que también nosotros en nuestro tiempo lo crucificamos con nuestros pecados y Él nos paga con perdón y misericordia para nuestra conversión y arrepentimiento. San Pablo, por ejemplo, aclara a los Corintios que al Mesías que decidió conocer es a un Mesías crucificado (1Cor 2,2).
[1] Benedicto XVI, Carta Apostólica “PORTA FIDEI”, Núm 15.
[2] Tomado de: SCOTT HAHN, La Cena del Cordero. Ediciones Rialp, S. A. Madrid. 10ª edición 2006, p 65 ss.
[3] Benedicto XVI, Carta Apostólica “PORTA FIDEI” (La Puerta de la Fe): Núm 6.
NOTA: Para ampliar y complementar este tema les invito a ver nuestra biblioteca de
HF-VIDEO
/La cruz ¿es maldita como algunos dicen?
El lobo se vistió de abuelita para comerse a la Caperucita
también Satanás se te puede vestir de Jesucristo
para comerte a ti también:
«Ojo»… con el supuesto «Jesucristo» del próximo video…
analízalo:
No le presenta a la joven cómo es la fe…. la vida…. No le instruye cómo es el ser cristiano, cómo es en realidad…
Le pinta un mundo de rosas…
una fe de meros sentimientos….
La prepara a un mundo muy diferente del real…
de hecho, ella se consigue DE SORPRESA con la vida real.
Este Jesucristo que verás en el video se muestra débil, inferior a Satanás.. que hasta lo empuja, lo hace a un lado… Ese no es el Jesucristo de las Sagradas Escrituras…. Satanás no puede con Jesucristo.. ¿Cómo es que en este video Satanás quita a Jesucristo de en medio?
La joven debería haberle reclamado a Jesucristo al finalizar el video, le debía haber dicho:
«Por qué me engañaste….?
Por qué me ocultaste la verdad…!
Por qué no me preparaste para lo que venía…
sólo me diste flores…
nunca me hablaste de que tenía que cargar mi propia cruz… de las dificultades que me vendrían…,
de renunciar a mi misma..
Sólo me entretenías…
sólo me sacabas a bailar y me distraías….
Qué superficial eres… supuesto Jesucristo…!
Dime…. ¿Quién realmente eres tú…?
Tú como que no eres realmente Jesucristo….
tú como que aparentas ser Jesucristo pero no lo eres….!
Me pareces más bien a un lobo vestido de oveja
Dime que es lo que en realidad tu estás buscando de mí…!
ESTE ES EL VIDEO… ANALÍZALO…!
Jesús pelea por ti…!
Los comentarios están cerrados.