Sábado, II Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Santa Inés, virgen y mártir (†~305), memoria obligatoria.
*Lecturas del día:* Hb 9, 2-3, 11-14; Sal 46, 2–3. 6–9; Mc 3, 20–21
Ver lecturas en 👉 bible.usccb.org/es/bible/lecturas/012123.cfm
*Comentario:*
La enseñanza de hoy está dedicada a quien asiste a lugares que llaman “culto” y hacen supuestas “cenas del Señor” con pan de bodega y jugo de uvas; o a católicos, que cuando salen para ir a Misa nunca dicen: “¡Voy al culto!”; y, si lo dicen, los demás piensan: “Se salió de católico y se metió a protestante!”.
En los grupos protestantes no se cohíben de confesar en sus “cenas del Señor” no comen a Cristo, sino un símbolo, una representación. ¿Creen que con obras de teatro se van a salvar? Así son los actos de teatro, todo es representación, simbología, simulación de la realidad, ficticio. Eso son las “cenas del Señor” según las doctrinas protestantes.
*El culto que necesitamos:*
El texto de la carta a los Hebreos que hoy nos trae la Liturgia nos recuerda que en la antigua Alianza, solamente el sumo sacerdote podía pasar al segundo tabernáculo, conocido como “lugar santísimo” con la sangre de las víctimas para allí hacer la ofrenda de expiación por los pecados suyos y los del pueblo. Aquel rito era solo figura del culto perpetuo que Cristo Redentor traería a la humanidad. La víctima no era simbólica. Era real.
Llegada la plenitud de los tiempos, Jesucristo inauguró el nuevo y definitivo culto, mediante la ofrenda a Dios de su mismísima carne y su mismísima sangre. No se presentó con sangre simbólica o representativa. Fue a la cruz y ofrendó su mismísimo cuerpo para establecer, mediante el culto que inauguró en la Última Cena – con pan y vino, – la Víctima que la humanidad necesitaba presentar a Dios para su salvación.
Por lo tanto, en el culto de los cristianos la sangre de Cristo no puede ser sustituida por simulaciones, ni tenida por accesoria, o imposible de tener. De ser así, Jesús no nos habría ordenado: “Tomad y comed esto es mi cuerpo…, tomad y bebed esta es mi sangre” *(Mt 26, 26-28)*. Sin la Carne y la Sangre de Cristo presente, ¿qué hace el hombre ofreciendo cultos a Dios? Distraerse, engañarse y perder el tiempo; enredados en los artificios del diablo para evitar que la Sangre redentora de Cristo se haga presente donde se reúnen.
*»Cultos» de extravío:*
Algunos van a lo que llaman «culto», solo para «leer y aprender de la Palabra,» pero se quedan hasta allí. Lo demás es relleno para el hueco: escuchar música y recibir y dar abrazos que les haga sentir bien, para que nadie se dé cuenta de la ausencia de Cristo sacrificándose por sus almas, y confunden culto con concierto, un club de emociones, o un lugar de fiestas.
En el culto necesario, el hombre hace silencio y Dios habla; el hombre escucha y Dios le indica su voluntad; el hombre le pregunta a Dios ”¿Qué debo hacer?” Dios le ordena: “come y bebe el Cuerpo y la Sangre de mi Unigénito”, y el hombre responde: “Amén”.
*Para compartir:*
1.- _¿Qué es lo esencial que debe estar presente para que el culto ofrecido a Dios sea salvífico?_
2.- _¿Por qué la Eucaristía es el único culto donde realmente se hace presente Jesucristo para hacerse Víctima de expiación por nuestros pecados?_
*Elaborado por:*
P. Héctor Pernía, mfc