*Lecturas del día:* Miq 5, 1–4; o Rm 8, 28–30; Sal 12; Mt 1, 1-16. 18-23
Comentario:
Celebramos la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María y con ello, la gratitud a Dios, ya que, con su nacimiento, Dios cumple la promesa que en Gn 3, 15 hizo de enviar a una Mujer y a su Descendiente para sanar la herida del pecado y aplastar la cabeza de la serpiente.
Con esta fiesta, la Iglesia no está diciendo que nació la Virgen María, tal cual, un ocho de septiembre. Mientras los católicos nos centramos en el sentido evangelizador de tal acontecimiento (que sí ocurrió, pues María tuvo un nacimiento), las Sectas se quedan en el sentido literal de la fecha despreciando lo más importante y más necesario: al celebrar el nacimiento de la madre se celebra el del hijo; porque, si alguien negara que la Virgen María existió estaría dando por entendido que tampoco Cristo nació y existió.
Ésta es, al mismo tiempo, una fiesta que invita a preguntarnos, ¿quién es María en el plan de Dios y qué tiene ella que ver con mi salvación? Es impensable y absurdo que Dios nos haya enviado a su Hijo en el vientre y bajo obediencia a una Mujer, y que luego, esa Mujer se convierta en un peligro para nosotros; o que Dios, luego de tomarla como sierva suya, la trate después como un simple desecho que usa y después lo olvida. Tampoco tiene sentido que la Mujer que junto a su Hijo iba a aplastar la cabeza del demonio, no tuviera importancia alguna en la lucha de cada cristiano por vencer al maligno. Es lamentable, pero así tratan las sectas protestantes a la madre del Salvador, y qué triste que, actuando así, se les llame cristianos.
lo que de esta celebración dijo Andrés de Creta: “Hoy, en efecto, ha sido construido el santuario creado del Creador de todas las cosas, y la creación, de un modo nuevo y más digno, queda dispuesta para hospedar en sí al supremo Hacedor.” (1)
Es María el Arca viviente de la Nueva Alianza, el Santuario hecho por Dios en la tierra para hospedar a su Hijo. Ella fue su primera casa, su primer templo, y luego, con ella, y en ella, Cristo hace también de nuestros cuerpos, su Templo, desde el día de nuestro bautismo.
No cabe duda que para nosotros poder recibir a Cristo, necesitamos habitar también en dicha Morada.
Fuente:
*(1)* Documento en línea: Andrés de Creta; Sermones: “Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado.” Sermón 1: PG 97, 806-810 deiverbum.org/09-08_fiesta_natividad-de-la-bienaventurada-virgen-maria_homilias/
Para compartir:
1.- ¿Qué importancia para la fe en un cristiano tiene la memoria y celebración del nacimiento de la Virgen María?
2.- ¿Qué contenidos de la Sagrada Escritura en la Liturgia de hoy aportan elementos doctrinales respecto a la natividad de la Virgen María?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc