Viernes, III Semana T. Ordinario
*Lecturas del día:* 2Sam 11, 1–17; Sal 51, 3–7, 10–11; Mc 4, 26–34.
*Comentario:*
Hoy, día de San Juan Bosco (1815-1888), Dios bendiga a toda la Familia Salesiana, y a toda la juventud. También la comunidad apologética tiene mucho que aprender de este gran santo. Aparte de llevar a Cristo multitud de jóvenes, con sus escritos y publicaciones, Don Bosco daba a conocer la Iglesia Católica al pueblo sencillo, y con ellas lograba contrarrestar de tal modo las corrientes protestantes de la época, que en una ocasión atentaron contra su propia vida.
Las lecturas bíblicas de hoy son de gran ayuda para sacar de dudas a quien sienta confusión o niegue el pecado original. En la caída del rey David, en el dolor que vive por el pecado de adulterio y asesinato que cometió, se puede apreciar, la inclinación del hombre hacia el pecado. Veremos, en los capítulos siguientes, su capacidad de reponerse, y la misericordia de Dios que se conmueve y restaura a sus hijos de la caída.
En el Salmo Responsorial de hoy notamos esa inclinación al mal y la condición de pecador con la que todos nacemos: _”Tú ves que malo soy de nacimiento, pecador desde el seno de mi madre.”_ *(Sal 50, 7)* A muchos les cuesta entender este pecado, porque consideran que todos nacemos inocentes. Es verdad. Nacemos inocentes; pero no nacemos inmaculados. El pecado original es un pecado adquirido, no es un pecado cometido. Leamos con atención *(Rm 5, 12-19)*. Éste es un pecado cometido por el hombre al inicio de la creación, y que alcanzó a todos.
Veamos, a continuación, la enseñanza de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia al respecto:
_“La naturaleza del pecado original, aunque resulte misteriosa, quedó clara y definitivamente explicada en el Concilio de Trento como la pérdida de la vida sobrenatural, la muerte del alma *(Ses. V. can. II),* y como «ausencia de la justicia o gracia divina, mancha contraída por cada ser humano en el momento de su concepción» *(Ses. VI. cap. III).* ”_
_“El Concilio llamó «justicia» a la gracia divina, recogiendo el principio explicado por San Agustín: _»El pecado deliberado del primer hombre es la causa del pecado original»_. Este principio es desarrollado posteriormente por San Anselmo: _»el pecado de Adán fue una cosa, pero el pecado de los niños al nacer es algo distinto; el primero fue la causa, el segundo es el efecto»- *(De conc. virg. 24).*_[1]
Dios nos llama a prestar más atención a su misericordia ante nuestra fragilidad humana, que a quedarnos ensimismados en el hecho del pecado.
*Fuente:*
[1] Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006. e-Sword. The Sword of de LORD with an electroinc edge.
*Para compartir:*
1) _¿Qué comprensión sobre el pecado original te ha dado la enseñanza de hoy?_
2) _¿Qué significa que nacemos inocentes, pero no inmaculados?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc.
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