Lecturas del día: Za 8, 20–23; Sal 87, 1–7; Lc 9, 51–56.
*Comentario:*
No te pierdas de leer este menú bíblico, que puede llevar a Cristo a más de una oveja extraviada.
De Sión se ha de decir: … la ha fundado el propio Altísimo.” (Sal 87, 5)
¿Quién es la ciudad de Sión, la nueva Jerusalén? La Iglesia (cf. Ap 21, 2.7-9) ¿Y quién la iba a fundar? El mismo Jesucristo, el Altísimo. ¿Cuándo lo hizo? Cuando eligió a Simón, le constituyó Roca Suya, y le declaró: _“Tú eres piedra y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia…! (Mt 16, 17-19) y de todos los habitantes de dicha Ciudad, le hizo y consagró Pastor: _“Apacienta mis ovejas, …mis corderos” (cf. Jn 21, 15-17)
_ De todos los pueblos han nacido en ella”. (Sal 87, 5)
Ella es Universal, esto es, “católica”, de todos los pueblos; y da a luz a sus hijos mediante el Bautismo. Y no es tanto la Iglesia quien los registra, sino Dios mismo quien lo hace: ”Yahvé escribirá en el registro de los pueblos: «Fulano nació allí» (Sal 87, 6)* ¡Qué hermosa es la obra de Dios! Cuando en cada despacho parroquial es inscrito un nuevo bautismo, no es puño de hombre o mujer quien lo hace, sino la misma mano de Dios quien lo realiza.
“De todos los pueblos irán a Jerusalén a visitar y aplacar a Yahvé”. (Za 8, 22)
Vemos en el Evangelio de Lucas que Jesús sube a Jerusalén. Pero no tanto a la terrena, sino a reconciliar con su sangre, mediante su sacrificio en la cruz y su resurrección, al hombre con Dios, y con ella, reconciliar y unir a todos los pueblos (cf. Ef 2, 11-22) en ese sentido, aplaca, Él mismo, con amor y perdón, el pecado del hombre.
Los judíos se convertirán a Cristo y darán testimonio de Él ante el mundo
_”Dijo Yahvé Sebaot: Aquellos días, diez hombres de todas las lenguas de las naciones asirán por la orla del manto a un judío diciendo: «Queremos ir con vosotros, porque hemos oído decir que Dios está con vosotros.»_ (Za 8, 23)
La profecía de Zacarías nos lanza a la esperanza de la conversión del pueblo judío. La providencia de Dios provocó que la mayor parte de ellos lo rechazara como Mesías, para permitir la expansión de su nombre y su Reino a todas las naciones y, para que, por clamor de las mismas naciones, los judíos lleven a todos los desconcertados al encuentro con el Cristo verdadero. Podría pasar, que con tanto caos de sentido y dirección que traen, y que traerán, la multiplicación de las sectas y la apostasía, llegará un momento en que muchos irán a donde un judío a suplicarle: ¿Dónde está el camino para llegar a Cristo? Y los mismos judíos sean tal vez quienes les tengan que decir: “Vayan a la Iglesia que Jesucristo mismo fundó. ¡Ella es la que sabe!” ¡Y VOLVERÁN A CASA MILLARES DE HIJOS PRÓDIGOS!
Preguntas para compartir:
1) Siendo la Iglesia Católica tan desconocida dentro y fuera de ella…, ¿qué será de tantos hermanos que se han separado, cuando comiencen a conocerla?
2) ¿Qué signos de los textos bíblicos de hoy apuntan hacia la Iglesia Católica como la Iglesia de Jesucristo?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc
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