Liturgia<📖> Apologética
De la Liturgia de la Palabra.
Fecha: 18 enero de 2019
Comentario: Al introducirnos en la Liturgia de la Palabra hoy, vemos que este descanso lo alcanzan aquellos que creyeron y transmitieron a las siguientes generaciones la misma fe recibida desde antiguo (Sal 78, 5-8). Esto, leído hoy, nos manda a permanecer en la fe íntegra que fue confiada a los Apóstoles y transmitida de viva voz o por carta, mediante la Tradición de la Iglesia, hasta nuestros tiempos.
¿Quiénes pierden ese descanso?
Los que actúan como aquella generación rebelde que no pudo gozar de la Tierra Prometida por haberse rebelado contra Moisés y contra Dios en el desierto: ”No sean, a ejemplo de sus padres, una generación rebelde y obstinada, incapaz de mantener su decisión y cuyo espíritu no era fiel a Dios.” (Sal 78, 8)
¿Quiénes serán hoy esa generación rebelde?
Los que habían recibido la fe verdadera pero luego le dieron la espalda, o la cambiaron por otra: “Nosotros, igual que ellos, recibimos una Buena Nueva, pero a ellos de nada les sirvió el mensaje proclamado, porque no creyeron ni se unieron a los que escucharon esas palabras. Rechazaron entrar en el descanso de Dios” (Hb 4, 2) Qué triste la escena actual, de multitud de sectas y denominaciones auto denominadas cristianas; llenas, todas ellas, de hijos que se rebelaron contra la fe de su Iglesia madre. Rechazaron la fe y la Iglesia de Cristo para crearse sus propias iglesias y doctrinas.
El que crea estar en pie, mire no caiga (1Cor 10, 12)
”Cuidémonos, pues; qué lástima que uno de ustedes no aproveche esta oferta de entrar en el descanso de Dios y no lo alcance.” Nos dice “cuidémonos” La fragilidad de la que estamos nos hace propensos a caer en el mismo error.
¿Qué debemos hacer para encontrar y no perder ese descanso?
¡Creer en Jesucristo! Él anunció: ”Todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás” (Jn 11, 26) ”Creamos, para que así entremos en el lugar de descanso mencionado: Por eso me enojé y declaré con juramento: No entrarán jamás en mi lugar de descanso.” (Hb 4, 3) Muchas veces por no escuchar a quienes debemos, y por prestar oído a falsos pastores, nos perdemos en la fe. ¿Cuántos hermanos esperados no se sienten en el descanso de Dios y, dicen tenerlo mientras en su vida privada viven agobiados? Son muchas las historias de quienes luego de dolorosas travesías pudieron, al fin, encontrar ese descanso cuando por sorpresa, encontraron la fe verdadera en la Iglesia que tanto atacaron y rechazaron: la Iglesia Católica.
Una señal hermosa de esa fe verdadera que debemos vivir
Jesús sana al paralítico gracias a la intercesión de cuatro voluntarios que lo llevaron hasta Él (Mc 2, 1-12). El sólo paralítico no podía por su condición. Y hoy hay muchos paralíticos en la fe que necesitamos de la ayuda de intercesores, y los mejores amigos que nos pueden ayudar son los santos del cielo. No seamos del grupo de los fariseos de hoy que se resisten a creer, y cada vez que les hablan de ir a confesarse con un sacerdote dicen: “¿Cómo pueden decir eso? Realmente se burlan de Dios. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?” (Mc 2, 7)
Preguntas para compartir:
1. ¿Te ha pasado alguna vez que por no haber creído la fe de la Iglesia perdiste el descanso en el alma?
2. ¿Conoces algún caso o testimonio de alguien que al fin pudo encontrar descanso a su alma al conocer y vivir la fe católica?
Elaborado por:
Yaidycar Brown, mfc
P. Héctor Pernía, mfc
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