En este primer día del año, no te pierdas de estos preciosos tesoros para conocer, defender y difundir nuestra fe católica:
¿Es prohibido por Dios dar la bendición?
Algunas sectas dicen que Dios lo prohíbe. Ellos son, más bien, aliados del paganismo actual, para atacar la fe cristiana y desaparecerla de la sociedad. En cambio, por todas las partes, vemos cómo desde los medios de comunicación se le hace tanta publicidad a maldecir. En la Sagrada Escritura de hoy vemos a Dios entregarle a Moisés la fórmula con la que Aarón y sus hijos han de bendecir a sus descendientes y a toda la nación:
“El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz”. Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré”. (Nm 6, 22-27).
La Navidad es, también, cuna de nuevos misioneros
Debemos actuar como los pastorcitos que fueron al pesebre. Ellos salieron a contar todo lo que les habían dicho de aquel niño y todos los que les oían se admiraban por lo que decían los pastores. La navidad se nota cuando evangelizamos.
Dios quiso tener, también, una madre
Tanta es la ternura de Dios, que también quiso ser niño, y tal el misterio de la encarnación, que si no hubiese tenido madre tampoco sería verdadero ni posible que se hubiese encarnado, que se hubiese hecho hombre. Dice Pablo a los Gálatas: “Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer…” (Gal 4, 4).
Demos gracias a Dios sin cesar, por los frutos santos que dio esa encarnación: la liberación del pesado yugo de la ley mosaica y el ser adoptados como hijos del Altísimo, a quien podemos llamar también: «¡Abba! Padre». (cf. Gal 4, 6-7).
¿Por qué habrá querido Dios ser, también, un niño?
Muchísimo. Nos enseña que Él fue el primero en acoger a los niños, al punto que Él también quiso ser uno de ellos, y vivir como ellos viven, sentir la ternura de una madre, la protección de un papá y, sobre todo, el enseñarnos que todos los niños deben, necesitan y merecen entrar en la alianza con Dios.
¿Por qué entonces aquellos que rompieron con la Iglesia Católica y dicen ser los verdaderos cristianos, rechazan el bautismo a los niños? Cristo no esperó a ser adulto para decirnos que dejemos a los niños participar en el rito que da el ingreso a la santa alianza: el bautismo. Él mismo lo hizo cuando, a los ocho días de nacido, fue llevado por María y José al templo para que recibiera la circuncisión (cf. Lc 1, 22). San Pablo escribió a los colosenses, que ahora, ese rito, fue relevado por el bautismo (cf. Col 2, 11-12).
PREGUNTAS PARA COMPARTIR
1.- ¿Qué impresión te dejó tanta riqueza doctrinal y de gracia que Dios nos regala con la solemnidad de María madre de Dios?
2.- ¿Cuáles temas te gustaron más para compartirlo con tus hermanos?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc
