Miércoles, XIII Semana del T. Ordinario
Lecturas del día: Am 5, 14–24; Sal 50, 7–13, 16–17; Mt 8, 28–34.
Comentario:
Los textos bíblicos de hoy nos ofrecen respuestas a varios desafíos que ponen en riesgo la fe verdadera en muchos cristianos:
La soberbia de algunas sectas y personas con la fecha del fin del mundo
Por medio del profeta Amós el Señor dijo: “¡Ay de los que ansían el Día de Yahvé! ¿Qué creéis que es el Día de Yahvé? ¡Es tinieblas, que no luz!” (Am 5, 18)
Varias sectas de corte milenarista han profetizado fechas para el fin del mundo que han llegado y nada ocurrió. También en las redes sociales algunos han hecho lo mismo a partir de supuestas predicciones del calendario maya… Todas esas predicciones han fracasado, y el engaño a la vista de todos ha quedado. De tales falsos profetas, esto les espera:
“Si el profeta tiene la presunción de decir en mi nombre una palabra que yo no le he mandado decir, o si habla en nombre de otros dioses, ese profeta morirá.» Y si dices en tu corazón: «¿Cómo reconoceremos la palabra que no ha dicho Yahvé?» Si el profeta habla en nombre de Yahvé, y no sucede ni se cumple la palabra, es que Yahvé no ha dicho tal palabra; el profeta lo ha dicho por presunción; no le tengas miedo” (Dt 18, 20-22).
Lo que judíos y algunas sectas no quieren ver
Los judíos se mantienen cerrados a la nueva Alianza y herméticamente aferrados a la antigua; tal obstinación les impide ver y aceptar lo que anuncian los textos de la primera lectura y el Salmo: la agonía de la antigua Alianza y el preludio de la nueva; el aborrecimiento que Dios hace de las prácticas judías y los mandatos de la Ley de Moisés, porque servían solamente para esconder los atropellos y abusos contra lo fundamental: la justicia y el derecho.
Es muy intensa la concordancia de similitud entre la acusación a los judíos que se desviaron de la Alianza antigua, y la que Jesucristo le hace a los que dicen estar con Él, ser de Él, pero violan el Evangelio al desobedecer sus mandatos. De las autoridades religiosas judías decía: «¿A qué viene recitar mis preceptos y ponerte a hablar de mi alianza, tú que detestas la doctrina y a tus espaldas echas mis palabras?” (Sal 50, 16-17); Y, a los sectarios que llenan de lodo, espinos y caos el camino de unidad entre los cristianos, así les advierte: «¿Por qué me llamáis: «Señor, Señor» y no hacéis lo que digo?” (Lc 6, 46)
¡Ten cuidado con las Sectas!
Mientras aparentan ser cristianos hablando a cada instante de Jesucristo; en sus doctrinas y actos, arrastran con rigor farisaico ordenanzas de la ley Mosaica ya dejadas atrás por la nueva Alianza, y echan en saco roto las revelaciones, los mandatos y disposiciones de Jesucristo para todos los siglos: el Primado de Pedro, la Iglesia, los Sacramentos, los Santos, el Purgatorio, entre otros.
Para compartir:
1.- ¿Qué similitud tienen las actuales sectas pseudo cristianas con las autoridades religiosas judías?
2.- ¿Qué parecido tenemos con ellos cuando desobedecemos a la Iglesia mientras presumimos ser muy católicos?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc
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