Organice bien sus prioridades y su agenda
Para no tener estrés, evite entregarse con pasión y sin pausa a una determinada actividad al punto de reducir su vida diaria y las relaciones a ese solo asunto; llegando al extremo de sacrificar el tiempo para el descanso, para Dios, con la familia y los amigos, ya que esto sucede con mucha facilidad y frecuencia.
a) Al estrés también se le conoce como «surmenage», que es un “Galicismo que indica exceso de trabajo y de fatiga, que produce una saturación con frecuencia más psicológica que física, por tener la mente que atender a múltiples frentes. Con frecuencia la saturación de actividad genera un nerviosismo que desemboca en alteraciones físicas: inapetencia, insomnio, nerviosismo. Es bueno recordar que más que al trabajo mismo, los efectos hay que atribuirlos a la falta de capacidad para organizar el tiempo disponible y para graduar las responsabilidades”.(1)
b) A todas estas manifestaciones físicas las podemos denominar estrés, que «en el campo de la biología se entiende […] como la reacción fisiológica de un cuerpo cuando desarrolla distintos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante y en el campo de la psicología es el modo como el organismo reacciona al desafío». (2)
1.- ¿Qué consecuencias trae reducir la vida diaria y la atención toda de la mente al activismo laboral; quitando, para eso, el tiempo para la relación con Dios, el descanso, el alimento y el compartir con los demás?
2.- ¿En qué beneficia organizarse y ser ordenados en la agenda de compromisos y actividades?
(1) González, P.(2006)DICCIONARIO DE CATEQUESIS Y PEDAGOGÍA RELIGIOSA: Narcisismo, editorial Bruno, Lima, Perú
(2) HUMBERTO E. Editado por Noelia Pino García. Última edición: enero 2017
El contenido fue tomado de la «Guía de Auxilio Espiritual» elaborada por el mismo autor de esta publicación