Vayan siempre juntos: corazón, razón y oración
Ten cuidado con darle rienda suelta a cuanto asunto el corazón, el cuerpo, la imaginación y los sentimientos te pidan; porque dice en la Biblia:
«El corazón es lo más retorcido; no tiene arreglo: ¿quién lo conoce?» (Jer 17, 9).
Por lo tanto, no busques donde te hagan sentir bien ofreciéndote emociones y dádivas; pero te enferman en la fe con falsas doctrinas sobre Cristo. ¡Busca la Verdad!
Estamos claros que el corazón tiene un valor inmenso en la vida del cristiano, y que a ello exactamente dedicó el Papa Francisco la reciente encíclica: ‘Dilexis Nos’, sobre el Sagrado Corazón de Jesús; en la misma advierte que no “debemos confiar excesivamente en nosotros mismos. Tengamos cuidado: advirtamos que nuestro corazón no es autosuficiente; es frágil y está herido” (n. 30).
Por ese motivo, para tomar decisiones, no dejes caminar al corazón en solitario; haz que vaya siempre tomado de la mano de la razón (el discernimiento) y de la oración (la guía de Dios).
Tampoco busques donde todas las personas sean perfectas santas e intachables, porque no hallarás ese lugar, y tú mismo, no podrás estar allí por tus imperfecciones.
Como acabas de leer: ¡Busca la Verdad y abrázala!. ¡Busca a Cristo! Lo que Él dijo, hizo, anunció, estableció e instituyó para tu salvación. Luego, para saber qué es lo que tienes que hacer con todo lo que de Jesús aprendas, busca a su Madre, la Virgen María, en Jn 2, 1-11 y ella te dirá lo que tienes que hacer: «Haced lo que Él os diga»(Jn 2, 5).
Para compartir:
1.- ¿Estando en medio de una desesperación está bien hacer lo que en esos momentos te dicte el corazón?
2.- ¿Por qué se debe tener sumo cuidado con los gestos y actos de “caridad” de la mayoría de las sectas protestantes?
Elaborada por:
P. Héctor Pernía, mfc
Fuente:
El contenido fue tomado de la ‘Guía de Auxilio Espiritual,’ elaborada por el mismo autor de esta publicación.