Creer en un dios equivocado
Por ahí vienen muchas de las causas de la desesperación. Las personas que disciernen el por qué se desesperan, descubren que estuvieron culpando a un «dios» que se habían fabricado con sus propias ideas, suposiciones, fantasías o falsas doctrinas de un grupo que aparentaba ser cristiano.
Solo si conocen la Fe Católica descubrirán que fueron a dioses falsos y, que por ese error, no habían conocido al Dios verdadero, que ahora sí, por fin, están encontrando. Se darán cuenta de que los idólatras no son los católicos, sino los miembros de las sectas donde estaban, porque se hacen un dios acomodado a sus propias ideas, conveniencias y criterios personales.
Los que se liberan de las sectas y abrazan con estudio y auténtica conversión la Iglesia Católica, se forman en la fe y se integran para participar y permanecer en comunión con la vida pastoral de su parroquia, viven una fiesta espiritual muy grande en su corazón, porque se dan cuenta de que conocen y encuentran, al fin, al único Dios verdadero. Viven un auténtico renacer. Así como cuando alguien descubre que la idea que tenía de otra persona estaba errada, la juzgaba sin conocerla realmente y descubre lo bella que es en su modo de ser, y nace una hermosa amistad con un ser humano maravilloso que antes rechazaba y calumniaba.
Algo más grande y sublime que esto sucede cuando, en la propia vida, mueren los falsos dioses y nace el Dios verdadero.
Busca bien para que no caigas en lugares que se hacen llamar «de culto», «cristianos» o «evangélicos»; y son una entre miles de organizaciones que se valen de las simulaciones para ocultar su condición de sectas y hacer que todos le digan «Iglesia».
Para compartir:
1.- ¿Por qué las situaciones que llevan a una desesperación no son evidencia ni señal de fracaso o de inexistencia de sentido en la vida?
2.- Ante lo leído en esta enseñanza, lea en la Biblia Rm 8, 28 y comparta con alguien lo que allí le está diciendo el Señor.
Elaborada por:
P. Héctor Pernía, mfc
Fuente:
El contenido fue tomado de la «Guía de Auxilio Espiritual» elaborada por el mismo autor de esta publicación.
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