¿Perdiste del todo la esperanza y la paciencia?¿La confianza en Dios se te vino abajo? ¿Sufriste una pérdida irreparable que te resistes a aceptar? ¿Llegaste al límite de la frustración por impotencia en lograr tus metas? ¿No aguantas el enfado, el despecho o el enojo? ¿Sientes que estás al borde de estallar y cometer una locura?
La desesperación es una emoción muy complicada de sobrellevar; puede definirse como la pérdida total de la esperanza por experimentar un vacío de sentido en todo, que lleva a enfrentar la vida de una forma muy angustiosa motivada por los sentimientos mencionados anteriormente.
Es urgente que primero se ayude brindando a la persona que está así, un abrazo, un pecho donde pueda llorar, una mano en el hombro que le haga sentir que no está sola; y, ante los ojos, una imagen de Cristo crucificado o, mejor aún, la presencia de Cristo vivo en la Hostia Consagrada.
Hazle saber del amor de Cristo que está presente en ese momento de su vida, y ayúdale a que haga silencio en su mente pidiéndole que respire profundamente por varios minutos hasta notar que en sus emociones hay calma. En momentos así es muy reconfortante dejar que la persona derrame todas las lágrimas que necesite derramar. Dios se las dio por algo. Luego, ten en cuenta que:
«Si no sabes a quién acudir o sientes que necesitas la ayuda de alguien profesional, lo mejor es que acudas a un psicólogo experimentado (…) y éste te dará las pautas que te ayuden a salir de esa situación. Te enseñará a controlar la desesperación y te ayudará a tomar nuevamente las riendas de tu vida». (1)
Para compartir:
1-. ¿Por qué no se debe actuar con ligereza, o subestimar a una persona en estado de desesperación?¿Qué se debe hacer?
2-. ¿Qué indicadores o síntomas evidencian que alguien está desesperado?
Elaborada por:
P. Héctor Pernía, mfc
Fuente:
(1) NICUESA, Maite. Psicología Online. Última edición: 11 ene 2018. Consultado: 26 sept 2021. Disponible [https://www.psicologia-online.com/como-aliviar-la-desesperacion-105.html]
El contenido fue tomado de la «Guía de Auxilio Espiritual» elaborada por el mismo autor de esta publicación.
