Si a Cristo quieres ir, los Santos te pueden llevar

Viernes, I Semana de Adviento

*Lecturas del día:* Is 29, 17–24; Sal 27, 1, 4. 13–14; Mt 9, 27–31

*Comentario:*

En la primera lectura, tomada del profeta Isaías, hay varios versículos en los que podemos encontrar argumentos para comprender, ¿por qué el cristiano, para no extraviarse en la fe ante el bombardeo de nuevas doctrinas y ofertas religiosas, necesita de la ayuda de los Santos?

Notemos cómo el Espíritu Santo, para ayudar al antiguo pueblo de Israel a no perder su rumbo en medio de tantas naciones, muchas de ellas, con una vitrina repleta de dioses, le ayudaba a cuidar su comunión con el único Dios, refiriéndolos a menudo a sus antepasados más santos, más justos, más fieles a Dios. Unas veces, les pone como ejemplo a Abraham, otras veces, a Isaac, y otras, como ocurre en el texto bíblico de hoy, a toda la familia de Jacob. Estos siervos, siendo apenas hombres, eran, sin embargo, seguros puntos de referencia que ayudaba a todos los israelitas a encontrarse en una misma fe, adorando al mismo Dios, único y verdadero, y en camino hacia una misma tierra prometida. Fueron ellos, los instrumentos elegidos por Dios para conducir al pueblo judío hasta la llegada del Mesías. Bastaría con imaginar, ¿qué habría sido de los israelitas sin ellos, teniendo que ir todos en masa, cada uno por aparte y por su cuenta, hacia Dios? ¿Le hubieran encontrado? De seguro que no. Se hubieran dispersado y extraviado.

El profeta Isaías hace mirar una y otra vez a Jacob y a Abraham, para llevar a todo el pueblo al Dios verdadero. Les dice así: _“Por todo esto, así lo declara Yavé, Dios de la familia de Jacob, El, que rescató a Abraham”_ *(Is 29, 22)* Versos más adelante, continúa: _“Festejarán al Santo de Jacob”_ *(v. 23)* Allí les está advirtiendo, de modo implícito y muy claro, que no vayan detrás de los falsos dioses de los reyes cananeos, egipcios, fenicios, o asirios; sino que, solamente deben marchar tras el ejemplo que les dieron los siervos que Dios les indicara. Por eso decían: _“Yahvé, Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Isaac”_ (Gn 32,10).

Hoy, ante tantas sectas y peligros que amenazan la fe cristiana, y luego de varios siglos de avanzado el cristianismo, para ir por lo seguro al encuentro del único Dios, los verdaderos discípulos de Cristo toman como referentes o guías a los siervos que el mismo Jesucristo, desde su venida hasta hoy, ha conquistado y coronado con la gloria de la santidad; y por éso, podemos decir, en estos tiempos de tanta turbulencia en la fe: ‘Yo creo en el Cristo de San Francisco de Asís, de San Juan Bosco, de San Juan Pablo II, de San Vicente de Paul, de Santa Teresa de Calcuta…

Borrar de la memoria de los cristianos a los Santos, sería como pretender eliminar de la memoria de las naciones, sus próceres históricos. Si pierden su origen, pierden también su rumbo. Los ciudadanos de este mundo tienen sus próceres, y los del reino de los cielos también.

*Para compartir:*

1) _¿La ausencia de los Santos en las sectas, podría ser una causa de su continua división?_

2) _¿Cuáles Santos han sido tus referentes y guías para conocer y seguir a Jesucristo?_

*Elaborado por:*

Pbro. Héctor Pernía, mfc

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