
Es un solo Dios porque cada Persona está y permanece en la otra; así como la raíz está unida al tronco y éste a las ramas, y viceversa; los tres constituyen una misma planta, un todo (cf. Jn 8,19; 14,20; 17,10).
Jesucristo reveló que el Padre y Él son personas que dan testimonio (cf. Jn 8,17-18). Y dado que el Espíritu Santo también da testimonio de Cristo (cf. Jn 15,26), podemos afirmar que el Espíritu Santo es una persona.
Él mandó a bautizar en nombre de la Trinidad; de no ser distintas personas, no las habría presentado por separado. Hubiera dicho, tal vez, solamente: «En el nombre del Padre…», o «… en el nombre del Padre y del Hijo», O únicamente: «… en el nombre de Dios». En este pasaje, Jesús nos enseña que Dios es: Padre, Hijo y Espíritu Santo (cf. Mt 28,18-20).
«¿Cuán grave es lo que le espera a quien se atreva a pisotear al Hijo de Dios, dejando como profana la sangre de su sacrificio redentor, y quien ultraje al Espíritu de la Gracia? ¡Es terrible caer en las manos del Dios vivo!” (Hb 10, 29-31).
Para compartir:
1.- ¿Qué significa para ti la unidad de Dios en tres personas?
2.- ¿Cómo podemos entender la relación entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en nuestra vida cotidiana?
Elaborada por:
P. Héctor Pernía, mfc