
Ten esto presente cuando estés ante algún testigo de Jehová y auxíliale en la fe usando la misma Biblia que ellos utilizan:
– Refiriéndose a Jesucristo, el profeta Isaías anunció: Se dirá aquel día: Ahí tenéis a nuestro Dios: esperamos que nos salve; este es Yahveh (Is 25, 9).
– Jesucristo es el «YO SOY». El mismo que le habló a Moisés, se reveló a los judíos diciéndoles: Morirán en sus pecados, porque si no creen que YO SOY, morirán en sus pecados (Jn 8, 24-28; 13,19; cf. Ex 3,13-14).
– Lo mataron porque se igualaba a Dios (cf. Jn 5,18-19; 22-24).
– El apóstol Tomás le dijo: Señor mío y Dios mío (Jn 20,28). Pablo así lo proclamó: Dios bendito por los siglos (Rm 9, 5). En Él reside la plenitud de la Divinidad corporalmente (Col 2, 9). El gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo (Ti 2,13).
– También el apóstol Pedro lo predicó: por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo (2Pe 1,1).
Y no es ningún arcángel Miguel: Cristo está por encima y es superior a todos los ángeles. ¿A qué ángel, sino sólo a Jesucristo, Dios le dijo: Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy; y también: Yo seré, para él, Padre; y él será, para mí, Hijo? O, ¿siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies? (Hb 1,1-14). ¿Y qué lógica puede tener que el arcángel Miguel sea el mismo Jesucristo si, mientras él estaba en el vientre de María, el arcángel Miguel estaba fuera protegiéndolo a él y a su madre ante los ataques del dragón para acabar con la madre y el niño? (cf. Ap 12,4-8).
Ante Él se postraron para adorarlo (cf. Jn 9,36-38; Mt 2,2.10-11; 28,9); porque Él es el Dios verdadero y la Vida eterna (1Jn 5,20). Él hace lo mismo que hace Dios; y todo juicio lo entregó al Hijo para que lo honren igual que al Padre (cf. Jn 5,19. 22-23).
Él es la Palabra, estaba con Dios, era Dios; se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn 1,1.14). Todo lo del Padre es de Cristo. Y el Padre es Dios (Jn 17,10). Quien lo ve a Él, ve al Padre. El Padre está en Él (Jn 14,8-11).
«¿Quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?» (Mc 4,39-41). Él es el Alfa y la Omega, vive por los siglos de los siglos, tiene las llaves de la Muerte y del Hades (Ap 1,14-18).
Para compartir:
1.- ¿Qué significa para ti el título de Cristo como “YO SOY” en el contexto del Antiguo Testamento?
2.- ¿Cómo podemos compartir la verdad sobre la divinidad de Cristo con aquellos que tienen una visión diferente?
Elaborada por:
P. Héctor Pernía, mfc
Fuentes consultada:
“Cartas Apologéticas a mis compañeros de trabajo”. Por un joven de Acción Católica. Imprenta de Aldecoa, Burgos 1952. Pág, 79-81
El contenido fue tomado de la «Guía Bíblica Hospitalitos de la Fe” (VI ed.) elaborada por el mismo autor de esta publicación.