Las imprudencias en el lenguaje ocasionan accidentes y heridos en la fe
No debe extrañarse el católico porque los hermanos protestantes le aborden siempre diciendo: ‘recibe a Cristo’ o ‘Cristo te ama’. ¡Y es que es obvio! Al decirle “iglesias cristianas”, “cristianos” o “evangélicos” a los que no son católicos, se sobreentiende que los católicos les están diciendo a todos ellos que su Iglesia Católica no es, ni iglesia cristiana, ni evangélica.
Vigilar las palabras que salen de nuestra boca, vale más que miles de policías alrededor de ella. Imprudente, quien haga caso omiso, con fría indiferencia, y pase de largo, diciendo: ¡Yo hablo como a mí me parezca!
No se debe minimizar o subestimar el asunto tachando de nominalismo, fundamentalismo o extremismo intolerante, una postura así. Decir las cosas correctamente sí es necesario, ya que de cada palabra que se diga se deberá dar cuenta ante Cristo. Pues Él mismo dijo: «Os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta en el día del Juicio. Porque por tus palabras serás declarado justo y por tus palabras serás condenado» (Mt 12, 36-37).
¿En qué perjudica que digamos que evangélicos y cristianos son los protestantes?
▪️Con eso se construye y se genera una matriz de opinión que confunde y desorienta las bases del pueblo de Dios (católicos y no católicos), desintegrando en el cuerpo de Cristo la comunión y la unidad.
▪️Hace pensar a muchos católicos inseguros: ‘si los evangélicos y los cristianos son ellos, entonces es allá donde está Cristo y el Evangelio, y no aquí en la Iglesia Católica’. Tendrían razón, por lo tanto, si dijeran: ‘Para poder estar con Cristo y con el Evangelio, tenemos que dejar esta Iglesia y cambiarnos para allá’. Por eso hay católicos desorientados que dicen: ‘me voy a meter a cristiano’ ¿Sorprendente verdad? Esas son las consecuencias de toda esta ambigüedad del lenguaje.
▪️Hacen pensar a los hermanos protestantes: ‘si los evangélicos y cristianos somos nosotros, y así lo confirman muchos de sus propios obispos y sacerdotes cuando hablan de nosotros, entonces es porque los que estamos con Cristo y con el evangelio somos nosotros. Por eso estamos aquí y no tenemos nada que ir a buscar con los católicos’.
Es triste, penoso, y raya en el escándalo, que la Iglesia responsable de custodiar íntegramente el Evangelio; la Iglesia que es columna y fundamento de la verdad (cf.1Tm 3, 15), le de el título de evangélicos a personas y grupos que predican otros evangelios diferentes al que Cristo reveló.
Para compartir:
1.- ¿De qué manera se puede educar en el saneamiento del lenguaje de la fe cristiana?
2.- ¿Desde dónde debe comenzar el saneamiento del lenguaje propio de la fe cristiana?
Autor:
P. Héctor Pernía, mfc
Fuente:
Nota: El contenido es tomado – con algunas ampliaciones -, de la ‘Guía Bíblica Hospitalitos de la Fe’, elaborada por el mismo autor de esta publicación.