San Agustín, su padre era llamado Patricio, era un hombre pagano de temperamento violento pero que gracias al ejemplo de Mónica, su esposa, se bautizó poco antes de mor Aunque Agustín ingresó en el catecumenado desde la infancia, no recibió el bautismo, de acuerdo con las costumbres de la época. En su juventud se dejó arrastrar por los malos ejemplos y, hasta los 32 años, llevó una vida licenciosa, aferrado a la herejía maniquea.
De ello habla en sus «Confesiones», que comprenden la descripción de su conversión y la muerte de Mónica, su madre. Dicha obra fue escrita para mostrar la misericordia de Dios hacia un gran pecador, que por esta gracia, llegó a ser también, y en mayor medida, un gran santo. Mónica había enseñado a orar a su hijo desde niño, y le había instruido en la fe, de modo que el mismo Agustín que cayó gravemente enfermo, pidió que le fuese conferido el bautismo y Mónica hizo todos los preparativos para que los recibiera; pero la salud del joven mejoró y el bautismo fue diferido. El santo condenó más tarde, con mucha razón, la costumbre de diferir el bautismo por miedo de pecar después de haberlo recibido.
A raíz del saqueo de Roma por Alarico, el año 410, los paganos renovaron sus ataques contra el cristianismo, atribuyéndole todas las calamidades del Imperio. Para responder a esos ataques, San Agustín escribió su gran obra «La Ciudad de Dios». Esta obra, es después de «Las Confesiones», la obra más conocida del santo. Ella es no sólo una respuesta a los paganos, sino trata toda una filosofía de la historia providencial del mundo. Luego de «Las Confesiones» escribió también «Las Retractaciones», donde expuso con la misma sinceridad los errores que había cometido en sus juicios.
Nació: el 13 de noviembre del 354 en Tagaste, al norte de África.
Falleció: el 28 de agosto de 430.
Fuentes:
https://www.aciprensa.com/recursos/san-agustin-de-hipona-3161
https://www.aciprensa.com/recursos/biografia-3162
Fecha: Martes, 28 de Agosto del 2018.