*Lecturas del día:* Is 66,15-21; Sal 116; Heb 12, 5 -7, 11 – 13; Lc 13, 22-30
*Comentario:*
La Palabra de Dios que se nos proclama este Domingo, Día del Señor, posee una riqueza infinita y nos invita a que la recibamos con fe para la conversión de nuestras vidas.
El libro de Isaías que hoy escuchamos en su último capítulo, nos muestra la perspectiva universal que Dios tiene en su Plan de Salvación, pero del cual quiso que el Pueblo de Israel fuera partícipe. De esta manera, la experiencia del Destierro en Babilonia fue una oportunidad fundamental para que los israelitas dejaran de considerarse privilegiados en sentido egoísta y comenzarán a asumir su Vocación de evangelización para los demás pueblos, a los cuales deseaba hacer ingresar a su Pueblo Santo.
Esta vocación no está sólo expresada en los Libros Proféticos, sino también en los Salmos, en los cuales se proclamaba que todas las Naciones serían convocadas a esta dicha de la Salvación.
Jesús es, pues, quien lleva a culmen esta Vocación evangelizadora del Pueblo de Israel en todas y cada una de sus acciones, pero sobre todo mediante su Muerte y Resurrección. Por esta razón a la pregunta que aquella persona le dirigió sobre la cantidad de los salvados, Jesús responde con unas palabras que muestran que la respuesta de esta pregunta no se encuentra determinada por Dios, sino por la respuesta que cada persona da ante el ofrecimiento de la Salvación que Jesús nos da a todos.
Toda la Humanidad hemos sido salvados por la Muerte y Resurrección de Jesús, pero sólo aquellos que aceptan la Salvación por la Fe y la viven por la Conversión esforzándose por entrar por la Puerta angosta que es Cristo, entran en el Reino.
Así, los judíos – que eran los primeros – se volvieron los últimos y los paganos que eran los últimos los primeros. Pero ésto no significa que han perdido su oportunidad de Salvación.
Por lo tanto, procuremos como bautizados asumir personal y eclesialmente nuestra vocación a la Salvación y ofrecerla evangelizando a los demás. Una Iglesia que no evangeliza es la mayor prueba de que sus miembros no han asumido la Salvación. Seamos, pues, evangelizadores y colaboradores obedientes del Proyecto de Dios.
*Preguntas para compartir:*
1. _¿Evangelizas como consecuencia de asumir la Salvación de Jesús?_
2. _¿Cómo romper el paradigma de que los católicos no evangelizan?_
*Elaborado por:*
P. Christopher Cortés, mfc
Los comentarios están cerrados.