«Señor, Dios de mi salvación, ante ti estoy clamando día y noche, llegue hasta tí mi súplica, presta oído a mi clamor.»
(Sal 88,2-3)
«Señor, Dios de mi salvación, ante ti estoy clamando día y noche, llegue hasta tí mi súplica, presta oído a mi clamor.»
(Sal 88,2-3)
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