XI Semana T. Ordinario.
Comentario:
Para muchos, el católico es el que reza el Rosario, va a misa, a procesiones, pide a los santos, tiene imágenes, cree en el Papa, en el Purgatorio, y en un sinfín de prácticas más. Así mismo creen que al abandonar todo eso e ingresar a una secta ya dejan de ser católicos; o que con cargar siempre una Biblia y sabérsela de memoria se volvieron ‘cristianos’. Consideran demasiado fácil salirse de la Iglesia Católica. La realidad es que no es tan simple como parece.¿Por qué no se puede dejar de ser católico?
Porque primero tendríamos que esperar a que Dios no sea universal y totalidad para todos por igual. Ya en el siglo II, el sucesor del apóstol Juan, Ignacio de Antioquía, obispo de aquella ciudad, declaró: «Donde quiera que está Jesucristo, allí está la Iglesia Católica».(1)¿Qué significa ser católico?
Es ser y vivir lo que dicha palabra significa. Ésta está formada por dos preposiciones “kata” y “holos”. La primera significa «en conformidad con, de acuerdo con» y la segunda significa «todos», por lo que podríamos decir que el católico es aquel que está de acuerdo con todo el evangelio, en conformidad con todo el evangelio. (2)
En el Evangelio de hoy vemos a Jesús revelando en Dios su preciosa catolicidad. Dijo así:
“Ustedes han oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo.” Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos. Porque él hace brillar su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y pecadores. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen. Y si saludan sólo a sus amigos, ¿qué tiene de especial? También los paganos se comportan así. Por su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo.” (Mt 5, 43-48)
Esto me recuerda que, en una ocasión, un taxista me dijo: «Yo no estoy de acuerdo que los católicos se quieran agarrar para ellos solos la palabra ‘católico’; porque yo investigué y ahora sé que católico significa ‘universal’, ´totalidad´, lo que es para todos los tiempos, culturas y pueblos.» Y me dijo: «¿Ves que no es para ustedes solos nada más? Yo soy un pentecostal católico, y eso nadie me lo va a quitar, Porque yo quiero que mi corazón sea como esa palabra significa, igual que el de Dios: católico. Él da para todos, el alimento, la lluvia, el oxígeno, su amor; no tiene preferencias, para unos sí y para otros no. Mi corazón debe ser así, católico como el de Dios. En su corazón todos caben. Yo no puedo andar en eso de que a unos les hablo y a otros no».
Dios es el primero a quien aplica el significado de católico; nadie como Él es universal y totalidad. Nadie como Dios alcanza y abarca la totalidad de culturas, tiempos, generaciones, pueblos, lugares… Así mismo es su misericordia, poder, bondad y su salvación: plenitud de totalidad y universalidad Por eso, dejar de ser católicos no es tan sencillo como algunos pensaron, y menos aún, si continúan profesando venir de Dios y estar con Él, si siguen apostando a que el ser humano debe tener un corazón indiviso y abierto para amar a todos por igual.
Fuente bibliográfica:
(1) HURONES Jesús Manuel, “Fundamentos Bíblicos del Catolicismo”, Madrid, 2017.
(2) IGNACIO de Antioquía, ”Carta a los Esmirniotas”, n. 8.
Para compartir:
1-. ¿Cuál es la voluntad de Dios respecto a su criaturas si él es universal, para todos por igual?
2-. Al dejar de ser católica una persona, ¿en qué se convierte? Razona tu respuesta…
Elaborada por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc