Apologética en la Liturgia de la Palabra
Sábado de la V semana de Cuaresma, feria. Ciclo B / Año impar.
Lecturas del día: Ez 37, 21-28; Salmo (Jr 31, 10-12ab.13); Jn 11, 45-57.
Comentario:
Hoy conviene que prestemos atención a un detalle importante que encontramos en el evangelio que nos trae la liturgia de la Palabra para este día; un detalle que bien ignoran nuestros hermanos protestantes, las sectas y todo aquel que critica a la Iglesia y a sus autoridades legítimas establecidas por Dios. Me refiero al respeto y aceptación que se merecen aquellos que ocupan los puestos que Dios ha instituido en su Iglesia.
En el evangelio de hoy (Jn 11, 45-57) leemos que el Sanedrín (consejo judío de ancianos) se reunió para deliberar y decidir qué harían con Jesús a causa de sus milagros y señales. Decidieron matarlo (Jn 11, 53), pero tal decisión llegó luego de las palabras de Caifás (Sumo Sacerdote en aquel año) quien dijo: “Vosotros no sabéis nada; ¿no comprendéis que conviene que muera un hombre por todo el pueblo y no que perezca todo el pueblo?” (Jn 11, 49b-50).
Pues bien, veamos el comentario que hace el evangelista San Juan luego de citar las palabras de Caifás. En Jn 11, 51-52 leemos: “No dijo esto de sí mismo, sino que, como era pontífice aquel año, profetizó que Jesús había de morir por el pueblo, y no sólo por el pueblo, sino para reunir en uno todos los hijos de Dios que estaban dispersos” [1].
Notemos que dice: «como era pontífice aquel año, profetizó». Esta interpretación que introduce el evangelista deja ver que él reconoció “el cargo” (para decirlo informalmente) que tenía Caifás y -respetando su posición- entendió sus palabras como una profecía. Sabemos que la profecía auténtica sólo proviene de Dios (cf. Dt 18, 22; 2 Pe 1, 21), por lo cual podemos deducir que las palabras de Caifás estaban inspiradas por Dios; así lo deja ver el evangelista, pues introduce su comentario diciendo “No dijo esto de SÍ MISMO” (cf. Jn 11, 51).
Este reconocimiento está en armonía con las palabras de Jesús, en Mt 23, 2-3, cuando dijo: “En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y guardad lo que os digan, pero no lo imitéis en las obras, porque ellos dicen y no hacen” [2]. No dijo Jesús que rechazaran las enseñanzas de tales “maestros” solo porque su ejemplo y conducta no era congruente con sus palabras. Tampoco San Juan evangelista despreció a Caifás, con el “argumento” de que él autorizó el asesinato de Jesús. ¿Por qué no hacen lo mismo quienes al ver un pecado en la Iglesia optan por rechazarla y se apartan de sus enseñanzas?
Fuentes:
[1] Tomado de: Biblia Nácar-Colunga. Biblioteca de Autores Cristianos (1.977).
[2] Idem.
Para compartir:
1.- ¿Cuál ha sido tu reacción o tu posición al conocer de errores y/o pecados que han cometido los pastores y líderes de la Iglesia católica?
2.- ¿Crees que le debes el respeto y la obediencia correcta a tu párroco o a quienes dirigen tu comunidad religiosa en el ejercicio de sus funciones?
Elaborado por:
Nelson Ledezma, mfc