Apologética en la Liturgia de la Palabra
¿QUIÉNES SON PASTORES DE CRISTO?
Jueves, XXII Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas del día: Col 1, 9-14; Sal 97,2-3ab.3cd-4.5-6; Lc 5, 1-11
Comentario:
En dos direcciones encuentro hoy la formación apologética que nos brinda la Liturgia de la Palabra, uno cómo debe vivir la persona que se dedica a conocer, defender y difundir la sana doctrina en la fe, y dos, el perfil que debe acompañar a un verdadero pastor.
Respecto a lo primero, los elementos los podemos recoger de entre las recomendaciones que Pablo le hace a la comunidad cristiana de Colosas: Para adquirir el pleno conocimiento de Dios, y de su voluntad, debemos llevar una vida digna del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda obra buena, y confortarnos con la gloria de la cruz, mediante la constancia en el sufrimiento y la paciencia, dándonos con alegría a los demás (cf. Col 1, 10-11).
En atención a lo segundo, lo recojamos en el testimonio que nos ofrece hoy el santo Evangelio a través el apóstol Pedro.
El verdadero y buen pastor es humilde. Pedro, siendo un pescador de años de experiencia, acepta con humildad la recomendación que le hace un Carpintero, de lanzar la red donde Él se lo ordénase. Nada más pensemos un poco y notaremos lo admirable de lo que ocurrió: Un pescador experimentado acepta las órdenes de un Carpintero. Pedro se reconoce humano y limitado, pues estuvo toda la noche bregando, pero no pudo pescar nada, y actúa con fe. Dice al Señor: «En tu nombre echaré las redes». Se dispone a lanzar las redes, no guiándose de su propia experiencia, sino del poder y la gracia de Jesucristo.
Pedro también nos da una lección de humildad al reconocerse pecador. Dijo al Señor: «Apártate de mí, Señor, porque soy un hombre pecador» (Lc 5, 8).
Son verdaderos pastores los que, como Pedro, se reconocen pecadores y confiesan sus pecados ante Cristo, a través de otro sacerdote, porque al reconocerlos como venidos de Cristo, están confesando a Cristo que les dio tal facultad y poder (cf. Jn 20, 23).
Para compartir:
1.- ¿Por qué la humildad de reconocerse pecador y la caridad distinguen a un verdadero cristiano?
2.- ¿Por qué es tan importante el testimonio para el ejercicio de la apologética?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc