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Liturgia <📖> Apologética
De la Liturgia de la Palabra
Fecha: vienes, 11 de enero de 2019 -
Comentario:
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Una de las cosas que ha sucedido en la mayoría de los idiomas es que el verbo creer en lugar de expresar una convicción, simplemente expresa una opinión. Esto en sí es algo terrible, ya que en su origen griego y latino el verbo creer indica la seguridad sobre la cual se ha puesto la propia vida y no simplemente la posibilidad de que algo sea verdadero.
De esta manera, cuando en la actualidad para expresar nuestra fe ocupamos la palabra «creo» pareciera que sometemos la fe a este mundo de las posibilidades, de las teorías y de múltiples verdades relativistas. Sin embargo, bíblicamente, «creer» tiene siempre como objeto directo a Dios y a lo que Él nos ha dicho.
Sin embargo, en la misma Escritura se pone de manifiesto que la fe no puede quedarse en un simple acto mental que se conforme con la obtención de datos sobre Dios y no se note en la vida – tal y como lo señalan Santiago (2, 14 – 26) y San Pablo en sus cartas (Gl 3, 5) – sino que ha de expresarse en una vida que testimonie que la fe no es un simple conjunto de enunciados, sino la consecuencia de un encuentro con el Dios vivo que ha provocado una certeza existencial y la conversión constante como modo de vida.
Por eso hoy San Juan nos dice: «El que cree en el Hijo de Dios tiene en sí ese testimonio. El que no le cree a Dios, hace de él un mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado. Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado la vida eterna y esa vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo, tiene la vida; quien no tiene al Hijo, no tiene la vida». (1 Jn 5, 10-12)
Creerle a Dios y actuar en consecuencia es la clave de la verdadera fe y en este mismo sentido hay que decir que la plenitud de esta fe sólo se da dentro de la Iglesia que subsiste en la Iglesia Católica, pues en ella Dios ha depositado la Totalidad (catolicidad) de su Revelación, de su Gracia (Sacramentos), de su Pastoreo (Constitución divina del Pueblo de Dios) y de su Misión.
Preguntas para compartir.
1. ¿Cómo utilizas en tu vida diaria el verbo «creer»?2. ¿Qué necesitas corregir para tener una fe plena?
Elaborado por:
Pbro. Cristopher Cortés, Mfc
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