La Guía de Auxilio Espiritual, escrita por el mismo autor de esta publicación, indica:
Valentía y confianza en Cristo
Es de gran importancia no temer al ofrecer lo que Cristo, con amor, ha dejado para que cada persona sea vencedora sobre el odio y las maquinaciones del Maligno. En el Sacramento de la Confesión, se encuentra la poderosa gracia del Altísimo, capaz de erradicar cualquier semilla o raíz de discordia, error, ira, engaño o envidia sembrada en la mente y el corazón, lo cual puede ser origen del conflicto.
Este camino requiere sacrificar la humillación personal, renunciar a uno mismo y aceptar los propios criterios. La sanación se realiza a través de las manos de un sacerdote, quien, aunque sea un pecador, posee la autoridad de Cristo para liberar a cualquier persona de pecado y del maligno; nadie está exento de recibir esta gracia. Disfrutar de este don maravilloso de Dios es algo que todas las personas, en el fondo, han estado buscando, aunque tal vez en el pasado acudieron a los sacramentos sin un propósito genuino.
Esto no es solo para Católicos
Lo que Cristo ofrece es para toda la humanidad. El Sacramento de la Reconciliación fue instituido con el mandato de llevarlo a todas las naciones (cf. Jn 20, 21-23). Aquellos que interpretan la Biblia objetivamente comprenderán que muchos alejados de la Iglesia Católica enfrentan dos conflictos: uno con su Madre Iglesia, que les permite abrir las puertas a la salvación eterna al retornar a los sacramentos de santificación; y otro con las personas en conflicto, para recuperar la paz en sus corazones y evitar la muerte eterna.
Se enfrenta a quien hay que enfrentar
Caminar hacia la reconciliación con Dios evita confusiones y el desgaste de fuerzas. Muchas veces, se logran soluciones antes de que el conflicto escale. La verdadera confrontación no es con personas, sino con el maligno que siembra discordia y divisiones y que anida su escondido lugar, en el propio corazón. Por ello, es fundamental una sinceridad espiritual con Dios.
Leer y reflexionar
Textos para meditar: Prov 20, 3; 16, 32; Mt 7, 3-5; 26, 41; 2Cor 12, 9-10; Ef 4, 25-27; Jn 5, 40; Stgo 3, 16-18; Flp 4, 13.
Para compartir:
1.- ¿Cómo puedes aplicar la valentía y la confianza en Cristo para resolver un conflicto en tu vida?
2.- ¿Qué pasos puedes tomar para buscar la reconciliación con las personas con las que has tenido desacuerdos?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc