Sandra Rodríguez y Andy Rodríguez
Pretende borrar la conciencia de pecado, para que la gente peque sin freno alguno.
(400) a. Con ella el maligno intenta robarle almas a Dios para arrastrarlas a la muerte eterna. La nueva era al igual que muchas doctrinas orientales no tienen el concepto de pecado como una transgresión de la ley de Dios, ni de rebelión contra un Dios Santo, sino como una ignorancia de la unidad con el todo que es Brahma o como el deseo y la violación del dharma o el deber social de cada uno. Pero, para los cristianos católicos el pecado no es ignorancia de la unidad con el todo, sino un acto consciente contra Dios y sus mandamientos. Y fue para redimirnos de nuestros pecados que Cristo aceptó el sacrificio de la cruz: “Cristo se ofreció en sacrificio para quitar los pecados de muchos… “(Hb 9,28). “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó” (Rm 3,23-24). Así, el cristiano no participa de la esencia divina por su pura naturaleza y esfuerzo que son necesarios, sino mayormente por la gracia santificante y la fe[1].
b. “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (1Jn 1,9). Esto nos aclara que el ser humano no está gobernado infaliblemente por una ley de karma y dharma, en la cual puede pagar aritméticamente actos malos con actos buenos (aunque debemos esforzarnos en hacer el bien). Dios está dado al perdón, si confesamos de corazón nuestros pecados. Tomar la cruz y negarse a sí mismo, alejarnos del mal es confesar de corazón y levantarnos a una nueva vida, pues el apóstol Pablo nos aclara que: “¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios” (1Cor 6,9-10).
c. “Porque es necesario que todos nosotros seamos puestos al descubierto ante el tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal” (2Cor 5,10)
[1] CONSEJO PONTIFICIO PARA EL DIÁGOLO INTERRELIGIOSO, en “Jesucristo, portador del agua de la vida”, una reflexión sobre New Age, en <https://books.google.com.co>, pág. 86 (Ingreso: 13-05-2016).
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