Santos Pedro y Pablo, Apóstoles, Solemnidad.
Lecturas del día: Hch 12, 1–11; Sal 34, 2–9; 2Tim 4, 6–8, 17–18; Mt 16, 13–19
Comentario:
En esta fecha, cada año, mediante la Iglesia, Dios levanta ante la vista de las naciones dos enormes columnas, Pedro y Pablo, para que en la travesía de los siglos la barca de la Iglesia no se extravíe ni se hunda por los fuertes vientos (sectas) que intentan echar al Papa de la barca de la Iglesia, y mediante simulaciones y usurpaciones, intentan arrastrar tras ellos al pueblo católico para hacerles creer que dentro de la Iglesia Católica andan equivocados de camino.
En cada Secta e ideología de turno hay dirigentes que presumen ser los auténticos intérpretes del Evangelio y relativizan la comunión y obediencia a la Fe de la Iglesia y al Primado de Pedro, hacia el cual sueltan toda clase de improperios y falsedades, como la de señalar que la Iglesia Católica tiene su origen en Roma, con el emperador Constantino, y no en Tierra Santa, donde nació y vivió Jesucristo. Se valen de que poca gente conoce de historia para introducirles esa venenosa mentira.
En los siguientes párrafos verás por qué está en Roma la Sede de la Iglesia que Cristo fundó:
*Pedro y Roma:*
*cf. Is 22, 20-22; Mt 16, 13-19:* Jesús cumple en Pedro la profecía hecha a Israel en la persona de Eliaquim, de un hombre que iba a ser el padre de la nueva Jerusalén, a quien le pondría su investidura de primer ministro, le daría Su autoridad sobre toda su Nación, le entregaría las llaves de todo su Reino, y le pondría en un clavo firme que nadie pueda sacar. Todo ello se cumple en *Mt 16, 13-19,* y se ratifica en *Jn 21, 15-17*, donde Jesús, después de resucitar, le preguntó tres veces a Pedro si lo amaba, y las tres veces respondió que sí. Entonces, Jesús le confirmó su misión como jefe y pastor supremo de la Iglesia diciéndole: “Apacienta mis corderos…; apacienta mis ovejas”.
Pedro convirtió a muchos judíos y pensó que ya había cumplido con su misión, pero Jesús se le apareció y le pidió que llevara esta conversión a los gentiles, a los no judíos. En esa época, Roma era la ciudad más importante del mundo, por lo que Pedro decidió ir allá a predicar el Evangelio. Desde entonces, Roma se constituyó como el centro del cristianismo.
*Pedro y Roma:*
“En el año 64, hubo un incendio muy grande en Roma que no fue posible sofocar. Se corría el rumor de que había sido el emperador Nerón el que lo había provocado. Nerón se dio cuenta que peligraba su trono y alguien le sugirió que acusara a los cristianos de haber provocado el incendio. Fue así como se inició una verdadera cacería de los cristianos: los arrojaban al circo romano para ser devorados por los leones, eran quemados en los jardines, asesinados en plena calle o torturados cruelmente. Durante esta persecución, que duró unos tres años, murió crucificado Pedro por mandato del emperador Nerón. Pidió ser crucificado de cabeza, porque no se sentía digno de morir como su Maestro. Fue sepultado en la Colina Vaticana, cerca del lugar de su martirio. Ahí se construyó la Basílica de San Pedro, centro de la cristiandad”. (1)
Pablo y Roma:
El destino final de todo su periplo misionero fue Roma. Aunque Pablo fue la cabeza fundadora de muchas comunidades cristianas, sin embargo, en los primeros capítulos de Gálatas, y en los capítulos catorce al quince de los Hechos de los Apóstoles, nos dejó un admirable testimonio de su sumisión y obediencia al Ministerio Petrino y al Colegio Apostólico de la Iglesia.
Nuestro Señor Jesucristo quiso reunir en Roma a sus dos principales apóstoles para anunciar a todos los pueblos que sobre el poder supremo del hombre se encuentra el de Dios; y que las autoridades más elevadas en la tierra son también ovejas necesitadas de Cristo, y, en consecuencia, deben respetar, acoger, y seguir con humildad y obediencia, el ministerio y gobierno espiritual de su Vicario en la tierra.
De la gloriosa muerte en Roma de estos dos heraldos y columnas de Cristo, Pedro y Pablo, hace santa referencia y revelación el capítulo once de Apocalipsis. Son ellos a quienes se refiere cuando habla de los “Dos olivos y dos Candeleros que están en pie delante del Señor de la tierra” (v. 4). Y en el verso siete, alude a la Bestia (emperador romano) que les dio muerte en la capital de aquel Imperio.
*Fuente:*
*(1)* FERNÁNDEZ, Tere; Pedro y Pablo, Santos; Santoral, Catholic.net. e-Sword the Sword of the LORD with an electronic edge.
*Para compartir:*
1.- ¿Por qué la Sede de la Iglesia Católica se encuentra en Roma?
2.- ¿Por qué las Sectas Protestantes no cambian el discurso de decir que el emperador romano Constantino fundó la Iglesia Católica?
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc
