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Liturgia<📖> Apologética
De la Liturgia de la Palabra.
Jueves después de Ceniza
Fecha: 07 de marzo de 2019Comentario: Estamos en un mundo que hace cuanto puede para eludir a Dios y negar el mal y el pecado.
«Se siente la tentación de explicarlo únicamente como un defecto de crecimiento, como una debilidad psicológica, un error, la consecuencia necesaria de una estructura social inadecuada, etc. Sólo en el conocimiento del designio de Dios sobre el hombre se comprende que el pecado es un abuso de la libertad que Dios da a las personas creadas para que puedan amarle y amarse mutuamente.» (Cat Igl Cat, 387)
La meditación de la Palabra de Dios de hoy nos ayudará a comprender su origen: el libre albedrío, la libertad del hombre. Dios le creó libre para que le ame libremente y no coaccionado o a la fuerza:
«Mira, yo pongo hoy ante ti vida y felicidad, muerte y desgracia.» (Dt 30, 15)
De manera que al ver las cosas malas que suceden en el mundo, recordemos lo que Dios nos dijo…:
» Si tu corazón se desvía y no escuchas, si te dejas arrastrar a postrarte ante otros dioses y a darles culto, yo os declaro hoy que pereceréis sin remedio y que no viviréis muchos días en el suelo que vas a tomar en posesión al pasar el Jordán.» (Dt 30, 17-18)
El mal o el bien está en nuestras manos, o hacer lo uno, o hacer lo otro. El uso perfecto de la libertad nos dará como fruto bendiciones, y su uso equivocado, lo malo.
«Pongo hoy por testigos contra vosotros al cielo y a la tierra: te pongo delante vida o muerte, bendición o maldición. Escoge la vida, para que vivas, tú y tu descendencia.» (Dt 30, 19)
Las bendiciones sobreabundan tras la elección de la obediencia del hombre a su Creador. Es por eso que nos dice:
«Si escuchas los mandamientos de Yahveh tu Dios que yo te prescribo hoy, si amas a Yahveh tu Dios, si sigues sus caminos y guardas sus mandamientos, preceptos y normas, vivirás y multiplicarás; Yahveh tu Dios te bendecirá en la tierra a la que vas a entrar para tomarla en posesión.» (Dt 30, 16)
Si buscas respuestas al origen del mal y el pecado te encontrarás en ese mismo camino a San Agustín. Él decía: «Buscaba el origen del mal y no encontraba solución» (Confessiones, 7,7.11) y su propia búsqueda dolorosa sólo encontrará salida en su conversión al Dios vivo.» (Cat Igl Cat, 385)
Preguntas para compartir:
1. ¿Qué importancia tiene el libre albedrío y la libertad del hombre para comprender la realidad del mal en el mundo?
2. ¿Por qué hay personas que, habiendo tanto mal en el mundo y en su entorno, se niegan a aceptar la existencia del pecado?
Elaborado por:
P. Héctor Pernía , mfc
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