*Liturgia<📖>Apologética*
De la Liturgia de la Palabra.
XIV Domingo del T. Ordinario
Fecha: 07 de Julio de 2019
*Lecturas del día:* Is 66, 10-14; Sal 66.1–7, 16, 20; Gál 6.14–18; Lc 10, 1–20.
*Comentario:*
Muchas personas que se separaron de la Iglesia Católica y se fueron a alguna denominación de orientación cristiana, se encuentran hoy encadenadas de leyes y normas de las que necesitan ser liberadas, pues ya Cristo las suprimió para siempre *(cr. Ef 2, 15; Col 2, 14):* el pago obligatorio de diezmos y ofrendas, la abstención de comer sangre o carne de animales, la ley del sábado, la ley del talión, entre otras. Ellas andan así porque confían ciegamente en los líderes que las dirigen, sin saber que les obligan a preceptos no vigentes, ya caducados, que desaparecieron con la muerte y resurrección de Jesucristo y la inauguración de la nueva Alianza. Esas personas difícilmente se van a dar cuenta que están encadenadas, porque la mayor parte de ellas, practican esas obligaciones con total entrega y amor, pensando y creyendo, inocentemente, que con ello están dando gloria a Dios.
Los liberados de aquellas leyes, como el apóstol Pablo, contemplando la cruz, el lugar de la liberación, exclaman: _“No puedo sino sentirme orgulloso de la Cruz de Cristo”_ *(Gal 4, 14)* La circuncisión era tan obligatoria y fundamental entre aquellas leyes; y de ellas, sin embargo dice San Pablo: _“No hagamos ya distinción entre pueblo de la circuncisión y mundo pagano, porque una nueva creación ha empezado”._ *(Gal 6, 15)*
El verdadero cristiano ya no hace distinción entre quienes cumplen o no aquellas leyes, simplemente porque ya no existen, ya no obligan, ya no rigen, *porque una nueva creación ha empezado*. Somos hijos de una nueva legislación *(cf. Hb 7, 11-12)*, de una nueva realidad: JESUCRISTO. Y, por ello, digamos también como San Pablo: _“que nadie venga a molestarme, pues me basta con llevar en mi cuerpo las señales de Jesús”._ *(Gal 6, 17)*. No faltan quienes, como los Testigos de Jehová, insisten en prohibir comer sangre o grasas de animal, arguyendo con textos bíblicos como Gen 9, 1-4, Lv 3, 17; que esa era una ley perpetua. Necesitan saber que tales leyes fueron perpetuas sólo mientras y hasta que perduró vigente la antigua Alianza; y, si no, ¿por qué entonces, esos mismos hermanos no acatan otras leyes de carácter perpetuo como lo fueron la ley del Talión, la ley del sábado, o la misma circuncisión? ¿Por qué son perpetuas unas y las otras no? ¿Por conveniencia?
De que el cristiano es un hombre libre, separado ya del yugo aquellas leyes, es algo que cualquiera puede comprender al profundizar con transparencia pasajes bíblicos como: *Gal 3, 23-24; 4, 21-31; 5, 1-5; Rm 7, 1-7.*
Quizás, por el mismo desconocimiento de lo que ocurrió en aquella Cruz en la que Cristo murió y dio la vida por nosotros, es que estos hermanos tampoco logran comprender el sentido verdadero que la cruz tiene. Mientras para ellos es maldición, para el cristiano, ella es inspiración de gratitud, es causa de gloria *(cf. Gal 6, 14)*
*Preguntas para compartir:*
1) _¿Por qué un cristiano no debe devolverse al yugo de las leyes de Moisés?_
2) _¿Si el cristiano se levanta en Cristo, a dónde debe mirar para caminar, hacia atrás (antigua Alianza) o hacia adelante (nueva Alianza)? Lee *Jn 1, 17* y *Gal 5, 3-4* y argumenta tu respuesta_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc