*Lecturas del día:* Is 42, 1–4, 6–7; Sal 29, 1–4, 3, 9–10; Hch 10, 34–38; Mt 3, 13–17.
*Comentario:*
Un campesino le preguntó a una amiga: ¿por qué bautizan a los niños si Jesucristo se bautizó de adulto? Ella me contó que en ese momento lo que le respondió a aquel vecino fue: «¡Ay, señor! ¡Qué pena! Estoy algo apurada. Luego le respondo». Y me añadió esto: ”Me siento tan mal, padre, pero en realidad es que no sabía qué responderle a ese señor que me preguntó ¿por qué bautizamos a los niños?”
Casos como éste ocurren a diario con muchos creyentes católicos, sobre diversos temas y justo hoy que la Liturgia nos trae el relato bíblico del bautismo de Cristo, vale la ocasión para dar una respuesta a esta inquietud sobre el bautismo de los niños.
El Diccionario de Pastoral y Evangelización[1] nos trae una preciosa recopilación de fuentes tanto bíblicas, como de la Iglesia Primitiva, en la que nos confirma la necesidad e importancia del bautismo de los niños.
Veamos:
“El bautismo de niños (…) es una praxis inmemorial y constante en la vida de la Iglesia. El Nuevo Testamento se refiere a los ‘bautismos de las casas’ [familias completas] (cf. Hch 10, 1-48; 16, 14-15. 32-33; 18; 8; 1Cor 1, 16), a la predilección de Jesús por los niños y a su propuesta como modelos de apertura y acogida del Reino (Mt 18, 1-7; 19, 13-15; 21, 14-16; Mc 9, 42; 10, 13-15); lo cual indica, cuando menos, que el bautismo de niños pertenece a la ‘lógica neotestamentaria’. Esto explica que la praxis de bautizar a los niños esté atestiguada explícitamente desde el siglo II, y que los primeros rituales bautismales que han llegado hasta nosotros (siglo III), tanto en Occidente como en Oriente, hablen expresamente de ella. Tertuliano -a pesar de sus dudas al respecto- afirma que la Iglesia conoce desde siempre este bautismo; Orígenes, dice que es de institución apostólica; san Cipriano critica, a los que lo retrasan; y la Tradición Apostólica de Hipólito señala que los primeros en recibir los sacramentos de la iniciación cristiana son los niños, aunque sean infantes. Durante el siglo cuarto se reconoce de modo general el bautismo de niños, aunque la disciplina penitencial provocó el retraso del de adultos. A finales de este siglo san Agustín sentará las bases teológicas de una praxis que llega hasta nuestros días.”
El Catecismo de la Iglesia Católica nos advierte que: «…la Iglesia y los padres privarían al niño de la gracia inestimable de ser hecho hijo de Dios si no le administraran el Bautismo poco después de su nacimiento» *(n. 1250).* Esto último es exactamente lo que el Espíritu Santo inspira: ¿Cómo privar a los niños de la Gracia de ser parte de la Iglesia del Señor?, Por eso el bautismo de las familias completas. Y ahora ya las familias completas son parte de la Iglesia del Señor *(cf. 1 Cor. 12, 12-13. Gal. 3, 27-28),* con el bautismo de Cristo, con el cual nacemos a la vida de hijos de Dios: Por el bautismo cristiano nosotros «llegamos a tener parte en la naturaleza de Dios» *(2 Pedr. 1, 4)*[2].
*Fuente:*
[1] Vicente Mª Pedrosa – Jesús Sastre – Raúl Berzosa (Directores), Diccionario de Pastoral y Evangelización, Diccionarios «MC», Editorial Monte Carmelo, Burgos, 2001
[2] https://es.catholic.net/op/articulos/6906/cat/364/el-bautismo.html#modal
*Para compartir:*
_1) ¿Por cuáles motivos los niños necesitan ser bautizados?_
_2) La tendencia a negar el bautismo a los niños, ¿es de cristianización o de descristianización de la población?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc