Liturgia<📖> Apologética
De la Liturgia de la Palabra.
Fecha: 22 de enero de 2019
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Comentario: Hoy nos ofrece la Liturgia una instrucción de fundamental importancia para formarse en apologética y poder entender dónde comienza el extravío de muchos en la fe.
Todo parte de no haber obedecido lo que nos dice hoy el Señor a través del autor de la carta a los Hebreos: imitar la fe de quienes heredaron e hicieron crecer la Herencia prometida a nuestros antiguos Padres en la fe: los Apóstoles, los Padres de la Iglesia, los Santos, y los pastores a quienes Cristo les confió su Iglesia: ”No seáis indolentes, sino más bien imitadores de aquellos que, mediante la fe y la perseverancia, heredan las promesas” (Hb 6, 12)
Mientras los verdaderos cristianos cumplen el mandato de imitar la fe de los Santos y de la Sucesión Apostólica; otros, que dicen ser cristianos, prefieren mirar atrás, desconocer a los Ministros elegidos y enviados por Cristo para conducirnos en la fe, y toman como guías solamente a los padres en la fe del Antiguo Testamento.
¡Impresiona la forma como en el protestantismo evaden y atacan hacer predicaciones sobre la Virgen María y los Santos! Todo para no parecerse a los católicos. ¿A quiénes creen que desprecian? ¿A los Ministros y Santos que rechazan, o a Aquél por quien tenemos a esos Ministros y a esos Santos? Son corazones endurecidos que habiendo recibido el bautismo en la nueva Alianza, prefirieron ir atrás a “someterse” a vencidos preceptos de la antigua Alianza; y en lugar de imitar la fe de los Santos que siguieron a la perfección a Cristo, y prestar atención y ayuda a los ministros que recibieron la herencia a las Promesas, prefieren el mal gusto de irse a modelar con aquellos a los que apenas se las prometieron. El católico está del lado de los que gozan de las Promesas, y el protestante, del lado de los que se quedan con el anuncio. Son como los fariseos, que teniendo justo al frente al anunciado por los profetas, se obstinaron en arrastrar con sus pies las cadenas de las que Cristo les vino a liberar, como el diezmo obligado, la prohibición de comer sangre y ciertos alimentos, la ley del sábado, entre otros. Todas ellas, ordenanzas practicadas por Abraham, Moisés, David, Aarón, y muchos israelitas, pero que nunca Jesucristo ni los apóstoles ordenaron continuar, sino que más bien los abolió y nos liberó de ellas en la cruz (cf. Col 2, 14; Ef 2, 15-16)
El miedo a reconocer las autoridades en la fe de la Nueva Alianza se debe a que, si lo hacen, terminan reconociendo y admitiendo la Iglesia de dichas autoridades. Y por eso, no pocos, inventan doctrinas diciendo que no hay que imitar a los Santos, que sólo hay que imitar a Cristo. Pues, quien tenga ojos y quiera ver, preste atención lo que un verdadero cristiano cree, predica y pone en práctica. A ellos, se les recomienda abrir la Biblia y leer: (Hb 6, 12; Hb 13, 7-9; Flp 3 17; 1Tes 1, 6-7). En todos estos pasajes se nos recomienda y ordena imitar la fe de los que siguen a Cristo y son designados por Él para conducirnos en la fe, desde la Fundación de la Iglesia hasta hoy.
Actividades y Preguntas para compartir:
1. ¿Por qué es tan importante para el cristiano modelar su fe con los padres en la fe de la nueva Alianza y no quedarse con los de la antigua Alianza?
2. Revisar y analizar a la luz de este tema los siguientes textos bíblicos: Gál 3, 23-29; 4, 1-7; 5, 1-7
Elaborado por:
P. Héctor Pernía, mfc
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