Andy Rodríguez, mfc; Sandra Rodriguez, mfc
¿Decretar, sellar, transmutar y cancelar, es una forma de oración correcta?
(388) Protestantes, metafísicos, esoteristas, astrólogos, etc., usan con frecuencia la frase: ‘Decreto que hoy Dios me ayuda… Decreto que este viaje será un éxito… Cancelado y trasmutado, decreto que se anula…’
“Es como que se piensa que la frase es una fórmula mágica, en la cual se pronuncian palabras claves, se enfatiza con fervor decretar la prosperidad”[1], decretar la sanación, logros materiales, éxito y listo, Dios me obedece.
¿De dónde viene esta moda de decretar y cancelar, de sellar?
(389) De una «teología de autoayuda» que considera el «Yo Soy» de Dios como algo presente en todo el universo y en cada individuo de una manera no personal, sino como una energía, bajo el argumento de pensar en positivo[2]. Pero, en realidad, se pretende lograr las cosas con “poder mental”, terminándose en un frontal rechazo a los planes y voluntad de Dios.
El que utiliza estos decretos y órdenes mentales se convence en querer obtener lo que cree merecer, necesitar o lo que le hará feliz: beneficios materiales, comodidades, empleos, posiciones, salud, amor, etc. Algunos se escudan bajo una distorsionada argumentación bíblica: “El verbo crea”; y luego, de allí dicen: “estoy usando el verbo o la palabra en positivo”. Debemos corregir y aclarar que cuando en Jn 1,1-18 se habla del verbo, se está refiriendo a Jesucristo principio y fin, alfa y omega de toda la creación (cf. Ap 21,6), y no a simples palabras, fonéticamente hablando. Así, Satanás tienta al ser humano, pretendiendo hacer de él un ser auto-suficiente, «ser como dios»; que fue la tentación original a Adán y Eva. Sin embargo, la meta del ser humano es llegar a Dios en el Cielo y para esto no necesita desarrollar poderes mentales, sino buscar la Voluntad Divina durante su vida en la tierra[3].
La ley de la oración debe ser la misma ley de la fe. Creer quiere decir abandonarse en la voluntad de Dios reconociendo como Pablo: “¡Oh abismo de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus designios, e inescrutables sus caminos! En efecto, ¿quién conoció el pensamiento del Señor? O ¿quién fue su consejero? O ¿quién le dio primero que tenga derecho a la recompensa?” (Rm 11, 33-34).
El llamado “poder de la oración” no es una pócima, ni una fórmula, ni una ‘solución’.
(390) Orar es una comunicación con Dios; dejarse inundar del Espíritu Santo, que envía el Padre; creer las palabras de Cristo en Mt 11,28-30: “Vengan a mí los que van cansados, llevando pesadas cargas, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y sus almas encontrarán descanso. Pues mi yugo es suave y mi carga liviana”.
Orar es pasar tus cargas al Señor. El Espíritu Santo te llenará de la paz que necesita tu corazón y la sabiduría para hallar las soluciones, entendiendo claramente que nuestro tiempo no es el tiempo de Dios (kairos) y que Dios actuará según su voluntad[4].
Les dice Jesús: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo su obra» (Jn 4, 34). “No andéis pues preocupados diciendo ¿Qué vamos a comer? ¿Qué vamos a beber? Buscad primero su reino y su justicia, y todas las cosas se os darán por añadidura” (Mt 6,31–33).
La agonía de Jesús en el huerto de Getsemaní muestra su total abandono al Padre. Le dijo a sus discípulos: “Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo». Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así: “Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú” (Mt 26, 38–39).
[1] Ver: <www.panoramacatolico.com/doc/digital/1508.pdf>, 26 julio 2015. Ver también: en «Catholic.net», <http://es.catholic.net/imprimir.php?id=57413>.
[2] CONNY MÉNDEZ; “El Decreto”; en «Metafísica al alcance de todos»; 4 en 1; Cap 4. Página 31. <http://es.catholic.net/imprimir.php?id=57413>; (Ingreso: 25-07-2015).
[3] “¿Decretar o orar?”; en «catolicosfirmesensufe.org.sites.google.com/site/pquiasantagemamga»; y referido en «catholic.net»; <http://es.catholic.net/imprimir.php?id=57413>; (Ingreso: 25-07-2015).
[4] P. DANIEL GAGNON, OMI; “Los ángeles y las mentiras de la Nueva Era”; en «Mercaba.org», <http://es.catholic.net/op/articulos/29300/los-ngeles-y-las-mentiras-de-la-nueva-era.html>, (Ingreso: 13-05-2016).
Los comentarios están cerrados.