*Lecturas del día:* Hch 12, 1–11; Sal 34, 2–9; 2Tim 4, 6–8, 17–18; Mt 16, 13–19.
*Comentario:*
El sólo hecho de llegar a una Iglesia que no pase de largo ni ignore celebrar la memoria, el testimonio y la obra de los apóstoles y primeros pastores elegidos por Cristo, nos pone de frente y en medio de la Iglesia verdadera de Jesucristo y nos protege y aleja del peligro de caer en una de las miles de pseudo ‘iglesias’ provenientes de un improvisado iluminado que se presenta como el verdadero fundador de la Iglesia de Cristo. Esto ocurre al llegar a un día como hoy, cuando la Iglesia Católica, en todos los países del mundo, celebra la solemnidad de los más grandes apóstoles de la Iglesia Primitiva: Pedro y Pablo.
No son dos columnas por separado. A Pablo, luego de catorce años, el Espíritu Santo lo movió y llevó a Jerusalén a que legitimara su labor de pastor y apóstol ante la principal columna de la Iglesia que antes perseguía, ante Pedro. No por nada dijo San Pablo: “Subí a Jerusalén a conocer a Pedro”. Es decir, a Pablo no le interesaba tanto ver a los demás apóstoles. Su objetivo era reunirse con Pedro. Y lo hizo no por consejo de hombres o por ocurrencia personal, sino porque se lo ordena el Espíritu Santo. Esto lo dice todo, y deja bien firme la evidencia de que Pablo iba a sellar su unión con Cristo mediante su comunión y obediencia a Pedro.
Es de una riquísima importancia leer lo que nos revela el capítulo dos del libro de Gálatas, del 1 al 9, en que Pablo y Tito se someten a exámen y reciben de parte de Pedro y los demás apóstoles su aprobación como pastores verdaderos.
Aprovechemos de aclarar que lo leído hoy en Gal 1, 19 no es ninguna evidencia de que la Madre de Cristo no es virgen. Dijo Pablo, “Sólo vi a Santiago, el hermano del Señor”. Ambos eran primos hermanos, ya que su madre fue María de Cleofas, hermana de la madre de Cristo (cf. Jn 19, 25), y su padre se llamaba Alfeo.
*Para compartir:*
1.- ¿Qué otros pasajes de la Sagrada Escritura, o de la Tradición de la Iglesia, fundamentan el testimonio que Pablo da de ir a buscar la comunión con la Iglesia de Cristo?
2.- ¿Qué otros aprendizajes o enseñanzas apologéticas nos ofrecen hoy la Palabra de Dios?
*Elaborada por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc