Apologética en la Liturgia de la Palabra
PECADORES HECHOS JUSTOS
Viernes, XIII Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas del día: Gn 23, 1-4. 19; 24, 1-8. 62-67; Sal 105, 1–5; Mt 9, 9–13
Comentario:
Dentro de la escucha de la Palabra de Dios de esta semana, hoy recibimos un pasaje muy especial compartido para nosotros por su propio protagonista: el Apóstol y Evangelista San Mateo.
Este suceso es narrado en los Evangelios Sinópticos y en cada uno de ellos la escena concluye con la misma sentencia de Jesús: ”Yo no he venido por los Justos, sino por los Pecadores”.
Aunque actualmente se interpretan estas palabras de acuerdo a las ideas de este tiempo y muchas veces son ocupadas para defender un estilo de vida alejado de Dios, la realidad es que su verdad y su intención original son muy distintas a la manipulación que de ellas se hacen.
En este sentido, lo que Jesús afirma no es que haya hombres que sean justos por sí mismos a los ojos de Dios y que por lo tanto no necesitan ser salvados. Aquí es donde la regla de la interpretación bíblica en el conjunto de toda la Sagrada Escritura alcanza un ejemplo muy profundo, porque si hubiera quien pudiera ser justo por sí mismo, la Muerte y Resurrección de Cristo hubieran sido en vano.
”Todos pecaron y se hallan privados de la Gloria de Dios” afirma categóricamente el Apóstol San Pablo en Rm 3, 23 para mostrar que judíos y paganos estaban llamados a la Salvación por la Fe en Jesús. Por eso, es que, en esta sentencia, Jesús muestra que también aquellos que pensaban que por cumplir la Ley de Moisés estaban salvados, están llamados a convertir su mentalidad para ser parte de los redimidos que aceptan a Jesús como Dios, Señor y Salvador.
Por lo tanto, dado que todos estamos llamados a la Fe y a la Conversión, no caigamos en la presunción de privilegios que no existen: pues ni el católico se salva por ser católico simplemente, ni el protestante por su supuesta superioridad moral, y vivamos en el seguimiento fiel de Cristo, «el Único Justo que se entregó a sí mismo por nuestras culpas» (Plegaria Eucarística de la Reconciliación I).
Para compartir:
1.- ¿Alguna vez te has sentido no necesitado de la Misericordia de Dios?
2.- ¿Has actuado alguna vez con aires de superioridad ante tus hermanos católicos, protestantes y/o ateos?
Elaborado por:
P. Christopher Cortés, mfc