Orientación sobre Juicios Temerarios (4/7)

Sabiendo que las apariencias engañan y hacen creer que se tiene o que se es, lo que en realidad, no posees, ni eres; lo mejor es que aprendas a no vivir de apariencias. Si no quieres que digan cosas falsas e infundadas de ti, deja de simular lo que no eres, apartate del materialismo, de la vanidad, de tu imagen física, e invierte más atención, tiempo y recursos en fortalecer tu formación, personalidad y vida espiritual. Se una persona auténtica y humilde. Valórate por lo que eres y no por lo que tienes.

Es mejor pasar por mudo, que por hablar de más, diciendo cosas sin estar seguro de lo que se asegura, sin fundamento. Recuerda que eres dueño de lo que callas, y esclavo de lo que dices; y, de un juicio temerario, puede desatarse una difamación y calumnia, por la cual te puede salir una demanda legal e ir preso.

Antes de suponer, confirma lo que piensas. Por ejemplo; en las redes sociales hay gente mal intencionada que hace circular cadenas de supuestos mensajes del Papa Francisco, textos, frases y mensajes que él nunca ha dicho. Hacerlo, es un acto grave, hace responsable, a la cabeza de toda la iglesia, de cosas que no salieron de él, afectando no sólo la imagen y la credibilidad del Papa, sino también la de toda la Iglesia que representa y dirige.

Detrás de las suposiciones vienen caminando las difamaciones. Las imprudencias en los actos temerarios son más graves cuando provienen de personas jurídicas, por el peso social de sus actos y, en cuanto se supone, deben conocer los procedimientos a seguir para emitir juicios sólidamente fundamentados e irreversibles y evitar exponer públicamente informaciones erradas que dañen la reputación de una institución.

1.- ¿Por qué el vivir de las apariencias y el hablar o actuar con imprudencia, son terreno propicio para el surgimiento de juicios temerarios?

2.- ¿Cuál es el modo de vida que mejor previene y soluciona cualquier posible señalamiento en contra?

P. Héctor Pernía, mfc

El contenido fue tomado de la «Guía de Auxilio Espiritual”, elaborada por el mismo autor de esta publicación.