No toda oración es inspirada por Dios; …¡por sus frutos los conoceréis! (Mt 7, 16)
Liturgia<📖> Apologética
De la Liturgia de la Palabra.
XXV Sem. T. Ordinario
Fecha: 23 Septiembre de 2018
Comentario: La primera lectura, en Sab 2, 12:, nos sitúa ante cosas que hoy ocurren con la Iglesia Católica: ”Hagamos la guerra al que nos reprende porque violamos la Ley” Así actúan los partidarios del príncipe de las tinieblas contra la Iglesia Católica, cuando ella denuncia el pecado hecho ley: el aborto, las uniones igualitarias, la eutanasia, el uso de anticonceptivos, entre otros; o cuando acusa las mentiras de las doctrinas y engaños protestantes. Entonces, arremeten contra la Iglesia, ventilando públicamente los pecados de sus miembros, para intentar desmoralizarla y alejar de ella a sus miembros.
En la segunda lectura (Stgo 3,16 – 4,3) habla de «las divisiones y rencillas producto de sus pasiones», Las sufre la Iglesia Verdadera desde su génesis, con las intrigas y envidias existentes entre varios de los apóstoles (cf. Mc 9. 33) que se disputaban entre ellos quién era el más importante. Pero suceden en abundancia en grupos protestantes. Prohíben a sus miembros familiarizarse con católicos que estén bien instruidos; dejan de visitarles o tratarles. Sólo les gusta hablar con los católicos indiferentes, infieles, y los de poca instrucción, para convencerlos más fácilmente y para no perder sus vendadas ovejas. La razón de sus organizaciones no es el conocimiento de la Verdad, sino la predicación de sus conveniencias.
El texto de Santiago (4, 3) también nos pone de frente a los modos incorrectos en la manera de orar; y se nos advierte del peligro de falsas doctrinas y costumbres de quienes oran de manera contraria a la voluntad de Dios; cosa que puede sucederle a los católicos, y que ocurre de modo sistemático en muchos grupos protestantes asociados a la doctrina del evangelio de la prosperidad, en la cual se incluyen una buena parte de los grupos autodenominados ‘pentecostales´. Dice el apóstol Santiago: ”Pero si ustedes no tienen es porque no piden, o si piden algo, no lo consiguen porque piden mal; y no lo consiguen porque lo derrocharían para divertirse.” (Stgo 4, 3)
Orar de modo falso y torcido no es el repetir oraciones, para que ninguno piense que el santo Rosario y las oraciones a los Santos o muchas usadas en la Liturgia, sean vanas y anticristianas. De ellas el propio Jesucristo nos dio ejemplo, ordenándonos repetir el Padre Nuestro (cf. Mt 6, 9-13), repitiendo oraciones en el Getsemaní (Mt 26, 39-44) y la que se lee en Ap 4, 8: ”Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tiene seis alas llenas de ojos alrededor y por dentro, y no cesan de repetir día y noche: Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Dueño del universo, el que era, es y ha de venir.” Si fueran anticristianas, los protestantes tampoco deberían andar repitiendo infinidad de veces: “gloria”, “aleluya”, “Señor”; “quién dice amén”; o sus ‘espontaneas oraciones’. Las escribo entre comillas (“…”), porque las hacen siempre igual o muy parecidas.
Testimonio de una exprotestante:
Muchos grupos protestantes son expertos en torcer la Biblia para adulterar la doctrina sobre las oraciones. Nos ayudará en este tema nuestra hermana MARBY MORA, mfc, quien antes perteneció a uno de esos grupos y ahora es misionera en Hospitalitos de la FE:
“Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús“. (Flp 4,19) Nos explicaban que al ser hijos de Dios, éramos hijos del Rey y por lo tanto debíamos ser prósperos en todo. Entonces ya nuestras oraciones se tornaban más como creyendo que por ser hijos de Dios gozaríamos de ser prósperos, y si no alcanzábamos lo que pedíamos venía la frustración. En mi caso cuando Dios no me daba lo que le pedía, creía que estaba haciendo algo mal y por eso no lo merecía y me frustraba.
Esta cita bíblica se usaba mucho: “Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; entonces tus graneros se llenarán con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto”. (Prov 3,9-10) Se usaba en la predicación para motivarnos a dar el diezmo y las primicias de un negocio o algo económico que iniciaramos y de esta manera Dios nos prosperaría en lo que teníamos o se emprendía…
Citas como ésta se usaban para pedir pactos: “Pero esto digo: El que siembra escasamente, escasamente también segará; y el que siembra abundantemente, abundantemente también segará.» (2Cor 9, 6) Los pactos los clasificaban según la cantidad de dinero en: pactos de plata, oro, platino. Y según, Dios nos prosperaría mientras más generosos éramos en lo que dábamos. De manera que, si quería ser más próspero en mi negocio, etc. debía dar más; y a cambio de esto, Dios me prosperara en mayor medida. Así que la oración para que Dios nos diera algo (si era algo grande) se acompañaba de una acción que podía ser un pacto, un compromiso ante Dios y los miembros de la iglesia con un pacto. A veces personas que no tenían recursos se endeudaban con el banco y después no tenían como pagar. ¡Qué grande era nuestra ceguera!! Pero ya nuestros corazones se alejaban del propósito de Dios y llenándose de avaricia y del deseo de poseer éramos más dóciles y fáciles de engañar.
«Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre. Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abundéis para toda buena obra” (2Cor 9,6-8)
Manipulaban la historia de Caín y Abel: «Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad del Señor he adquirido[a] varón. Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda al Señor. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Dios con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante»(Gén 4, 1-5).
Se usaban estos y otros textos bíblicos como una manera de comprar las bendiciones económicas de Dios. Una oración de intercambio: “Señor te doy porque con eso multiplicaras mis bienes.. Señor necesito comprar una casa, un carro, montar un negocio o una empresa, entonces voy a pactar para obtener eso que quiero.” En las oraciones se decía: ”Yo Decreto….”; “Yo Declaro…”; “Declaro que…”; “Decreto en el nombre de Cristo que…”
Este testimonio es auténtico, ya que proviene de alguien que lo practicó, dado que perteneció a dichos grupos y a dichas prácticas. Ahora, ¿cómo rebatimos esa falsa doctrina? Les recomiendo leer y utilizar estos pasajes: (Lc 12, 22-34; 16, 13-22-24; 18, 22-26; Jn 15, 2; Rm 14, 17-18; 1Tim 6, 1-12; Stgo 1, 9-11; 2, 5-9; 5, 1-6; 2Pe 2, 1-3; 2, 12-16).
Preguntas para compartir:
1.- ¿Qué enseñanzas nos dan los textos bíblicos de esta publicación en relación a las falsas maneras de orar?
2.- ¿Qué aprendiste y qué complementarías sobre los otros temas tratados?
Elaborada por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc
Reciba una cordial bienvenida y un abrazo fraterno en Cristo.
Si estás implementando en tu comunidad o tu parroquia el Manual para crear y fortalecer Pequeñas Comunidades Cristianas del Proyecto Vuelve a Casa y necesitas alguna información u orientación, puedes comunicarte con la Coordinación de este Proyecto. Escríbenos y gentilmente te atenderemos.
WhatsApp – Casa donde Hospitalitos de la Fe recibe hermanos conversos a Cristo en la única Iglesia que Él fundó, la Iglesia Católica, y donde se ayuda en la atención de dudas e inquietudes en la fe.
El Servicio de Formación Apologética de Hospitalitos de la Fe te brinda cada sábado por la noche un encuentro digital para conocer a Cristo, formarse en la Sana Doctrina, y prepararse para dar razón de nuestra esperanza en Cristo ante un mundo cada vez más incrédulo y adverso a la fe católica.