La gente que poco conoce de Dios piensa que pecar es darse la libertad de poder hacer lo que cada quien desee sin ningún tipo de restricción. Consideran que quien cuestiona el modo de vida de otra persona amenaza la libertad. Lo hacen a un lado y lo tildan de ultraderechista, sembrador de odio, injusto y violador de los derechos humanos (según ellos entienden esa expresión).
¡Qué no te seduzca tal modo de pensar! Quien así se expresa desconoce a Dios y no comprende su situación espiritual personal; reflejada en lo escrito por San Pablo en Rm 8, 5-8: …los que viven según la carne [el mundo] desean lo que es carnal, llevan al odio a Dios y no se someten a la Ley de Dios. Ni siquiera pueden”. Ver también: Jn 17, 16; Rm 12, 2 y St 4, 4.
Usar objetivamente y con profundidad la propia capacidad de pensar y reflexionar, dará a comprender muy pronto que, ciertamente, quien comete pecado se hace daño y le hace daño a los demás.
Según Jean Claude Larchet (1) , con el pecado, el hombre causa un grave perjuicio a su naturaleza y actúa contra sus intereses más fundamentales hasta mutilarse a sí mismo y sumergir su ser entero en el dolor, el no ser y la muerte, apartándose de la plenitud de vida y felicidad que le ofrecía su condición primera.
San Doroteo de Gaza escribe así:
«¿Por qué hemos caído en esta miseria? ¿Acaso no es a causa… de nuestra locura (άπονο)? ¿Por qué? ¿No fue creado el hombre en la plenitud del bienestar, de la dicha, del descanso y de la gloria? ¿No estaba en el paraíso? Se le prescribió ‘no hagas esto’, y lo hizo… El hombre está loco (µώρος) dice Dios-, no sabe ser feliz»».(2)
El daño que el hombre se ocasiona a sí mismo con el pecado, es grave, porque adultera y corroe su propio ser: contamina su bondad eligiendo la maldad, su capacidad para construir dedicándose a destruir y, su fortaleza en la verdad, derribándola con el mentir. Con el pecado, el hombre hace de sí mismo su mayor adversario y enemigo.
Para compartir:
1.- ¿De qué modo nos hacemos daño con el pecado?
2.- ¿Por qué el común de las personas no se da cuenta del mal que se hace al pecar?
Autor:
Pbro. Héctor Pernía, mfc
Fuentes:
(1) Cf. LARCHET, Jean Claude Larchet; ‘Terapéutica de las Enfermedades Espirituales, cit; Pág. 41.
(2) LARCHET, J. Ibid.