
Según la Palabra de Dios, todo cristiano debe mostrar respeto y reverencia hacia el nombre de Dios. Está escrito en la Biblia por qué no le podemos decir Jehová a Dios:
• “No tomarás el nombre de Dios en vano; no lo pronunciarás en falso” (Dt 5,11; Ex 20,7). Dios mismo reveló su nombre: ‘YO SOY EL QUE SOY’ (Éx 3, 13-14).
Dios nunca dijo que se llame ‘Jehová’; y sus palabras, ni su nombre, deben ser tenidos en vano.
En estos textos bíblicos se hace énfasis sobre la importancia de no tomar el nombre de Dios en vano y sobre el respeto que debe tener toda persona hacia su nombre sagrado. El cuidado sobre el uso del nombre de Dios, está muy ausente en la mayoría de las denominaciones protestantes. Esta santa precaución es coherente con la firme postura de la Iglesia Católica al no usar el nombre de ‘Jehová’; y al emplear en el Nuevo Testamento “el Señor”, en lugar de ‘Yahvé´, por la misma razón de reverencia y honra hacia el nombre de Dios, signo de su presencia y autoridad.
• “No profanarás el nombre de su Dios” (Lv 21, 6).
Es clara la advertencia de no profanar el nombre de Dios y, directa, sin modo alguno de evadir, su estrecha relación con el uso del nombre de ‘Jehová’ para invocarlo, al saber que ese no es su nombre y que resulta de una equivocación de transliteración.
Es verdad que aquellos que usan la palabra ‘Jehová’ para dirigirse a Dios lo hacen, en la mayoría de casos, inconscientes del error que cometen. Sin embargo, es necesario que, con caridad, quienes ya tienen la debida instrucción, les orienten con misericordia y que, éstos, se dejen ayudar a salir del error en el que se encuentran y no se pongan a la defensiva oponiéndose a salir de la oscuridad de la ignorancia para entrar en la luz de la verdad. Podría decirse, que el vocablo ‘Jehová’ es profano; ya que está hecho por hombres que invocan errores en sus actos; no viene de Dios, quien nunca falla.
• Yo, Yahveh, ese es mi nombre, mi gloria a otro no cedo, ni mi prez a los ídolos. Is 42, 8)
• Así dice Yahveh, hacedor de la tierra, que la formó para hacerla subsistir, Yahveh es su nombre (Jer 33, 2).
“Yahvé”, es el nombre de Dios en el Antiguo Testamento; y, “Jesús” (Dios salva), el del Nuevo. Quien llama a ‘Yahveh’ o a ‘Jesús’, sabe que lo hace de modo seguro y sin equivocarse, pues no está invocando a otro dios, sino sólo y únicamente al Verdadero. Pero, quien invoca a Jehová, ¿qué certeza puede tener de estar clamando a Dios? A ciegas, sin saberlo, se está uniendo y entregando al que debe apartar de su camino.
• Santificado sea tu Nombre (Mt 6, 9). «SANTO» significa “SIN MANCHA”; el nombre de Dios no puede tener mancha alguna. El nombre de Dios es sagrado y se le ha de respetar.
Si usted, amigo lector, tiene respeto por Dios y lo honra, deberá de decir ahora mismo, y en adelante: «no mancharé con mis labios el nombre de Dios».
Para compartir en grupo:
1.- ¿Por qué crees que es importante utilizar el nombre de Dios correctamente en nuestras oraciones y conversaciones? ¿Qué impacto tiene esto en nuestra relación con Él?
2.- ¿Cómo podemos fomentar un mayor sentido de reverencia por el nombre de Dios en nuestra comunidad y en nuestras familias? ¿Qué prácticas podemos implementar?
Elaborada por:
P. Héctor Pernía, mfc
Fuente:
El contenido fue tomado de la «Guía Bíblica Hospitalitos de la Fe” (VI ed.) elaborada por el mismo autor de esta publicación.