Apologética en la Liturgia de la Palabra
Tema: MARÍA ¿MADRE DE DIOS O MADRE DE JESÚS?
Fecha: 25 de marzo de 2021.
Jueves. La Anunciación del Señor, solemnidad. Ciclo B / Año impar.
Lecturas del día: Is 7, 10-14; 8,10; Sal 39; Hb 10, 4-10; Lc 1, 26-38.
Comentario:
Hoy celebramos que el Hijo de Dios se hizo hombre. Aquello que Isaías le anunció a Ajaz: “(…) Mirad: la virgen está en cinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel” (cf. Is 7, 14) se hizo realidad en la persona de la joven virgen María; tal como lo narra el evangelio que hoy leemos en la misa (cf. Lc 1, 26-38). De hecho, para los católicos es tan importante este acontecimiento que -si rezamos diariamente el Santo Rosario- recordamos y meditamos la Anunciación del Señor dos veces cada semana (en el primer MISTERIO GOZOSO los días lunes y sábados). Valdría preguntarse, ¿Cada cuánto meditan en este misterio aquellos que adversan al Rosario y al catolicismo?
Pues bien, para meditar este misterio comencemos por identificar a los dos personajes centrales del relato: El Ángel y la virgen. Del Ángel, se nos dice su nombre: GABRIEL; y -leyendo un poco más atrás en el evangelio- vemos que este es “el Ángel del Señor” (cf. Lc 1, 11) y él mismo dice de sí: “Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios (…)” (cf. Lc 1, 19). Aquí aprendemos que, en tiempos del Nuevo Testamento, se le llamaba SEÑOR a Dios. De la virgen, también se nos dice su nombre: MARÍA (cf. Lc 1, 27b). A María, el Ángel la saluda diciendo: “alégrate” («Dios te salve» se traduce en el español antiguo), “llena de Gracia”; ¿Por qué llena de Gracia? El Ángel lo dice: “El Señor está contigo” (cf. Lc 1, 28).
El SEÑOR -ya sabemos que es DIOS- estaba con ella; “has hallado gracia delante de Dios” (cf. Lc 1, 30). Por tal razón, y por la acción del Espíritu Santo (cf. Lc 1, 35), aquella virgen sería la madre -sin intervención de hombre alguno- del “Hijo de Dios”, el “Hijo del Altísimo” (cf. Lc 1, 32).
Ahora bien, se preguntará cualquiera: ¿Aquí dice claramente que María sería madre del «hijo de Dios», no de Dios; porqué entonces dicen los católicos que María es «Madre de Dios»? Respondemos: porque hay un solo Señor y un solo Dios, como escribió San Pablo (cf. Ef 4, 5-6); porque la Biblia enseña que Jesús es Dios (cf. Jn 1, 1-18; 5, 18; Rm 9, 5; Fil 2, 5-11; Col 1, 15-17); porque Dios habitó en Jesús PLENAMENTE (cf. Col 1, 19), “todo lo que Dios es, se encuentra plenamente en la persona de Cristo” (cf. Col 2, 19); y porque seguimos el ejemplo de Santa Isabel quien -llena del Espíritu Santo- llamó a María «Madre de mi Señor» (cf. Lc 1, 41-43).
Finalmente, meditar el evangelio no es sólo comprender el texto; es hacerlo vida en nosotros. Pregúntese: ¿Qué aprendo en este pasaje que me ayude a cambiar algo en mi vida? ¿Debo imitar al Ángel y saludar como él a María? ¿Debo imitar a María y decirle al Señor: «hágase en mí según tu palabra»?
Para compartir:
1.- ¿Qué otras enseñanzas has obtenido al meditar la Anunciación del Señor?
2.- ¿Cómo puedes ayudar a otros a meditar en este misterio?
Elaborado por:
Nelson Ledezma, mfc
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