Liturgia y conversion

Liturgia<📖>Apologética
De la Liturgia de la Palabra
Viernes de la I Semana de Cuaresma
Fecha: 15 de marzo de 2019

Comentario: En las lecturas de este viernes de Cuaresma, la Palabra de Dios nos llama la atención sobre este tema que en muchas ocasiones o se pasa por alto o se exagera.

Muchas veces, uno de los motivos o pretextos por los cuales hay personas que se han adherido a las sectas o congregaciones de oración es por el estilo con el que realizan sus encuentros: buena calidad musical, una predicación emotiva de la Palabra de Dios, un manejo muy hábil de la psicología personal y de grupos y – sobre todo – la creación y mantenimiento de un vínculo afectivo en donde el asistente no es uno más en la masa, sino una persona que es reconocida por su singularidad y el crecimiento de sus capacidades.

Por el contrario, muchas veces la celebración de nuestra liturgia católica es fría, impersonal, anónima y – sobre todo – tristemente no es vivida como un profundo y verdadero encuentro con Cristo Resucitado.

Tal parece que los sacerdotes y laicos de las parroquias y comunidades no conocemos o pasamos de largo lo que dice la Constitución Sacrosanctum Concilium sobre la Liturgia cuando afirma en su número 9: “La sagrada Liturgia no agota toda la actividad de la Iglesia, pues para que los hombres puedan llegar a la Liturgia es necesario que antes sean llamados a la fe y a la conversión”: “¿Cómo invocarán a Aquel en quien no han creído? ¿O cómo creerán en El sin haber oído de El? ¿Y como oirán si nadie les predica? ¿Y cómo predicarán si no son enviados?” (Rm 10, 14 – 15). Por eso, a los no creyentes la Iglesia proclama el mensaje de salvación para que todos los hombres conozcan al único Dios verdadero y a su enviado Jesucristo, y se conviertan de su caminos haciendo penitencia. Y a los creyentes les debe predicar continuamente la fe y la penitencia, y debe prepararlos, además, para los Sacramentos, enseñarles a cumplir todo cuanto mandó Cristo y estimularlos a toda clase de obras de caridad, piedad y apostolado, para que se ponga de manifiesto que los fieles, sin ser de este mundo, son la luz del mundo y dan gloria al Padre delante de los hombres.

Por tanto, y hemos de reconocerlo, mientras no evangelicemos a nuestros hermanos los seguiremos exponiendo a que se vayan tras predicadores parciales del Evangelio y pierdan el tesoro de la Gracia que Dios nos dejó en sus Sacramentos, yéndose tras una experiencia sensorialmente intensa, pero espiritualmente incompleta.

Preguntas para compartir

1. ¿Conocías este texto de la Sacrosanctum Concilium?

2. A la luz del mismo ¿Qué cambios harías en tu Parroquia o en tu Comunidad para una auténtica Celebración litúrgica?

Elaborado por:
P. Cristopher Cortés, mfc