Sagrada Familia (Fiesta)
*Lecturas del día:* Sir 3, 2–6, 12–14; Sal 128, 1–5; Col 3, 12–21; Mt 2, 13–15, 19–23.
*Comentario:*
Hoy, cuando celebramos el día de la Sagrada Familia, es providencial advertir y proteger a la población sobre las amenazas y los desafíos de las sectas para las familias.
Dos pastores protestantes, esposos, daban testimonio a la Madre Angélica, en una entrevista por EWTN, de que habían tenido que renunciar a sus oficios de pastores, por reclamos de sus hijos: ¿o la familia o el culto? Y afirmaban, que sólo en la doctrina católica habían llegado a encontrar el concepto y valor más elevado sobre la familia, y eso los llevó a abrazar la Iglesia Católica.
Hace unos años, mientras conversaba con tres jóvenes inmersos en el mundo de la droga y el homicidio, les comentaba que muchos padres de familia que se unen a las sectas descuidan a sus hijos, porque ahora todo su tiempo, es para estar en las reuniones y actividades que allí realizan. De pronto, uno de los jóvenes reaccionó de modo muy agresivo, enojado, con tono de voz muy fuerte y con un dejo de mucho dolor: _“eso es verdad, porque desde que mi mamá se metió con esa gente a mí no me atiende. Siempre me manda a que le pida a mi abuelo, y mi abuelo está muy anciano y muy enfermo. Yo le digo a mi mamá algo, y me dice que no tiene tiempo, que tiene muchas ocupaciones en la iglesia”._
Este cuidado lo debe tener también toda familia católica que participa en la Iglesia. La dedicación a actividades en la Iglesia debe ser tal que no vaya en detrimento de los deberes en el hogar, y viceversa: los deberes del hogar no deben excusar la obligación, la necesidad y el deber de cada uno de sus miembros de ir a la Iglesia y recibir los Sacramentos. Dijo Jesús a sus padres: _“¿No saben que tengo que ocuparme de los asuntos de mi Padre?”_ *(Lc 2, 49)*
Los jóvenes tienden a ser el lado más frágil de la separación de miembros de una familia hacia una secta. Decía Bernabé Tierno, psicólogo, pedagogo y orientador familiar: _”El cien por cien de los jóvenes equilibrados, creativos, alegres y abiertos, proceden de familias cohesionadas, donde hay diálogo y calor de hogar”[1]_
En la obra citada, se lee una grave constatación, que lleva a cada familia a cuidar más su comunión, la comunicación, la calidez en la vivencia de la fe:
_”La historia de cada sectario, de cada drogadicto, de cada ludópata o adicto al alcohol suele tener una pre-historia familiar hiriente que le impulsa a refugiarse en experiencias fantasiosas compensatorias. ¿No es, tal vez, esta la situación de la gran mayoría de los “casos» que se nos presentan? “_
_»Los miembros de la familia desestructurada, tanto los hijos como los esposos, son candidatos fácilmente para las sectas. Ellas les ofrecen (engañosamente, claro) lo que ellos y ellas más ansiosamente anhelan: afecto, seguridad y protección, lo que debería haberles dado su familia y no lo ha hecho.»_(2)
¿Cómo prevenir esta situación? La mejor forma es la de que los padres de familia hagan que su hogar pase, de una familia unida por meros vínculos de carne y sangre, a ser una iglesia doméstica, donde lo que más les una sea la fe y el amor; pero no, de una secta, sino en la Iglesia fundada por el mismo Jesucristo.
*Fuente:*
[1] Para más información, leer: ATILANO ALAIZ, _Las sectas, amenaza y desafío a la familia,_ Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), Universidad Pontificia de Salamanca.
(2) Ídem.
*Para compartir:*
1) _¿Haz visto en tu entorno lo que en esta publicación has leído?_
2) _¿En qué otras formas afectan a las familias la proliferación de las Sectas?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc
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