Apologética en la Liturgia de la Palabra*
XIII Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo C
Lecturas del día: 1Re 19, 16b. 19-21; Sal 15, 1-2. 5. 7-11; Ga 5, 1. 13 -18; Lc 9, 51-62
Comentario:
En la alegría de la Fe por el Día del Señor que hemos celebrado, la Palabra de Dios nos invita a recibirla de una manera plena y generosa, sin reducciones ni excesos que desvirtúen el auténtico Evangelio.
En este sentido, las lecturas de este Domingo nos ofrecen una oportunidad inigualable de descubrir si estamos viviendo un auténtico seguimiento del Señor y cómo le estamos respondiendo.
Muchas veces la defensa de la fe cae en el error de pelear por teorías, teologías o interpretaciones y no por preservar la autenticidad del Evangelio. En este sentido, es importante retomar lo que los Papas han mencionado siempre: el Cristianismo no es seguir un conjunto de doctrinas humanas, sino a la Persona de Jesús. De hecho, lo que Jesús siempre dijo fue «SÍGUEME» y nunca antepuso ni siquiera el Reino de Dios como algo superior a Él, sino que mostró que El Reino había llegado, porque Él había llegado.
Por esta razón es que no sirve caer en parcializaciones del seguimiento de Jesús, ya sea reduciéndolo a un simple Profeta o exaltándolo a una comprensión desencarnada del Dios verdadero. Todo esto llevaría a caer en una guerra de opiniones, no sólo fuera sino también dentro de la Iglesia, en lugar de la Comunión en la Fe que nace del Seguimiento del Resucitado.
Si creemos en su Palabra, si celebramos los Sacramentos, si vivimos en caridad es porque lo seguimos, por Él mismo, y es en la Iglesia Católica donde este seguimiento se da de forma plena y fuera de ella no puede darse. Por eso, el capítulo 6 del Documento Conclusivo de Aparecida señala con detenimiento todos y cada uno de los lugares de Encuentro y Seguimiento de Jesucristo, no sólo para saberlos, sino para vivirlos. Aprovechémoslos, pues, con intensidad y profundidad.
Para compartir:
1.- ¿Cómo habías entendido antes el “Sígueme” de Jesús?
2.- ¿Cómo animar a los hermanos de las sectas a que sigan plenamente a Jesús dentro de su Iglesia Católica?
Elaborado por:
P. Christopher Cortés, mfc