*Lecturas del día:* Col 2, 6-15; Sal 144; Lc 6, 12-19
*Comentario:*
Guiados por la Palabra de Dios en el Camino de la Fe, hoy recibimos en los textos bíblicos la oportunidad de tratar un punto que es necesario que comprendamos adecuadamente.
Cuando una persona va leyendo la Biblia paulatina y constantemente se encuentra con una situación que es interesante y que es la importancia del signo de la circuncisión para el Pueblo de Israel. En ese sentido, cuando se busca su origen, se encuentra en el pasaje de Gn 17 cuando Dios le dice a Abraham que la extirpación del prepucio será «el Signo en la carne» que ponga de manifiesto la Alianza, el pacto entre ellos.
Sin embargo, la circuncisión por sí misma no era la razón última de su realización, pues una alianza que no se asumía como expresión de pertenencia auténtica a Yahwéh sólo hacía que su Nombre fuera avergonzado entre los pueblos. Por éso es que los Profetas en diversos momentos señalaron la ineficacia del signo cuando no alcanzaba su plenitud mediante la Obediencia a Dios *(Dt 10, 15 – 16)* y que, incluso, Dios mismo anunciaba que a los Incircuncisos los haría parte de su Pueblo Santo *(Is 56).*
Por éso es que Jesús, aunque fue circuncidado al Octavo Dia, no prolongó este signo materialmente como un Sacramento para la Iglesia, sin embargo, sí mostró la necesidad auténtica de que tuviéramos un Corazón circuncidado que le perteneciera plenamente a Dios.
Por tanto, si el Apóstol San Pablo y los demás Apóstoles en otros textos quisieron dejarnos por escrito que la Circuncisión física había prescrito con Cristo para dar paso a la del Corazón mediante el Bautismo y los demás Sacramentos, hemos de vivir nuestra Fe y Caridad como una pertenencia verdadera y no fundada en leyes humanas, tanto fuera de la plena comunión eclesial como dentro de ella.
Que el Señor Jesús circuncide nuestro corazón día a día para que seamos suyos por siempre.
*Preguntas para compartir:*
1. _¿Conoces sectas que sigan practicando la circuncisión física?_
2. _¿Cómo podemos vivir una mayor pertenencia auténtica a Dios?_
*Elaborado por:*
P. Christopher Cortés, mfc
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