*Lecturas del día:* Ecle 1, 2; 2, 21–23; Sal 90, 3–17; Col 3, 1–11; Lc 12, 13–21.
*Comentario:*
Tan distraídos tiene el diablo a quienes miran ídolos donde lo que hay son imágenes cristianas santas y sagradas, que no se percatan del escurridizo y astuto modo como el príncipe del mal les puede introducir en ese mismo pecado que tanto le acusan a los católicos.
Mucha gente posterga y desprecia los asuntos y deberes con Dios, porque consideran mucho más importante y necesario trabajar, estudiar, entretenerse, disfrutar de los placeres de este mundo. Más mortífero es el veneno de la idolatría cuando nos arrastramos hacia los apegos carnales de auto endiosamiento, y síntoma de ello son enfermedades como el orgullo y la soberbia, el creemos que sabemos más que el universo entero. En ello caen muchísimos miembros de muchas sectas, y también, miembros de la Iglesia Católica. De esta raíz maligna es que han nacido muchas dolorosas divisiones en la Iglesia, es que han nacido infinidad de sectas. ¡Qué doloroso es el golpe que da la idolatría en la vida humana, cuando el ídolo aparece siendo un miembro de la propia familia, un ser amado! No son pocos los que se violentan contra Dios porque un familiar se les muere.
*Dios nos ama muchísimo y nos cuida, y por eso nos prohíbe la idolatría*
Por ese motivo nos da el primero de los Diez Mandamientos: “Amar a Dios por encima de todas las personas y de todas las cosas”, porque, en cualquiera de sus formas, la idolatría causa destrozos y tragedias muy tristes en la vida de las personas, una vez que el ídolo se nos va, se nos cae, o nos falla: _”después de haber trabajado con inteligencia, sabiduría y habilidad, uno tiene que dejárselo todo a otro que nada ha hecho. ¡Muy pésimo negocio es ése: todo se nos escapa!”_ *(Ecle 21, 21). Así es todo lo terrenal: _”en la mañana viene la flor y se abre y en la tarde se marchita y se seca.”_ *(Sal 90, 6)*.
El Apóstol Pablo, guiado por el Espíritu Santo, nos saca de estas tinieblas y peligros de la idolatría, y nos llama a emprender en Cristo, la liberación. Nos dice así: _”…busquen las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Preocúpense por las cosas de arriba, no por las de la tierra. Pues han muerto, y su vida está ahora escondida con Cristo en Dios. Cuando se manifieste el que es nuestra vida, también ustedes se verán con él en la gloria. Por tanto, hagan morir en ustedes lo que es “terrenal”, es decir, libertinaje, impureza, pasión desordenada, malos deseos y el amor al dinero, que es una manera de servir a los ídolos. Tales cosas atraen los castigos de Dios. Ustedes siguieron un tiempo ese camino, y su vida era así. Pues bien, ahora rechacen todo eso: enojo, arrebatos, malas intenciones, ofensas y todas las palabras malas que se pueden decir.”_ *(Col 2, 1-8)*
Cristo nos llama en el Evangelio a ser realmente inteligentes: vivir acumulando, no para guardar en esta tierra lo que irremediablemente vamos a perder, sino para acumular para Dios_ *(cf. Lc 12, 21)*
Preguntas para compartir:*
1) _¿Te has examinado por si acaso llevas dentro, sin saber, alguna forma de idolatría?_
2) _¿Le será fácil a un hermano protestante detectar si sufre o no de alguna idolatría, mientras vive creyendo que las imágenes cristianas son los ídolos que debe enfrentar?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc
Los comentarios están cerrados.